jueves, 17 de marzo de 2011
EL MATERIALISMO
EL UTILITARISMO, EL VOLUNTARISMO Y EL TRANSFORMISMO
EL UTILITARISMO
Es la aplicación de los principios materialistas y positivistas a la moral; Sistema profesado por Jeremías Bentham (1.748-1.832), quien siguió la dirección de Hobbes y de Helvetius: cimentar una moral sobre una base puramente positiva. Bentham, vuelve a la moral utilitarista de Epicuro (los hombres son movidos únicamente por el placer o el dolor que esperan o temen de sus acciones; su norma suprema se reduce a: “Es bueno moralmente todo acto capaz de asegurarnos la mayor suma de placer”. Desde el punto de vista social, aplica también el utilitarismo, sentando que, el interés particular se confunde con el interés general, ya que éste no es más que la suma de los intereses particulares. En cuanto al derecho, dice que la justicia de una ley está dada por su utilidad.
EL VOLUNTARISMO
Corriente que considera una voluntad universal como realidad esencial, en donde la voluntad de los individuos forma parte de ella. En su visión, la voluntad domina todos los demás aspectos de la personalidad del individuo: conocimiento, sentimientos y dirección en la vida. El principal representante es Arturo Schopenhauer. Una forma contemporánea de la teoría de Schopenhauer se halla implícita en algunas clases de existencialismo, como el enfoque existencialista expuesto por el filósofo francés Jean-Paul Sartre, quien considera la personalidad como el producto de opciones, y los actos como demostraciones de la voluntad encaminadas a conferir sentido al universo.
Otros filósofos han estimado la voluntad como similar o secundaria a otros aspectos de la personalidad. Platón creía que la psique se dividía en tres partes: razón, voluntad y deseo. Para filósofos racionalistas, como Aristóteles, santo Tomás de Aquino y René Descartes, la voluntad es el agente del alma racional que gobierna los apetitos puramente animales y las pasiones. Algunos filósofos empíricos, como David Hume, no cuentan con la importancia de las influencias racionales en la voluntad; consideran la voluntad dirigida sobre todo por la emoción. Filósofos evolucionistas como Herbert Spencer y pensadores pragmáticos como John Dewey, conciben la voluntad no como una facultad innata sino como el producto de la experiencia que evoluciona de una forma gradual como las ideas y la personalidad individual en la interacción social.
ARTURO SCHOPENHAUER (1.787-1.860), alemán influenciado por Kant, Fitche y Buda, publicó varias obras filosóficas destacándose: “El mundo como voluntad y representación”. Su filosofía se sintetiza en tres doctrinas: Subjetivismo, Voluntarismo y Pesimismo. Subjetivismo: distingue como Kant, entre fenómeno y noúmeno, la representación fenoménica depende de dos formas a priori (nociones de tiempo, espacio y causalidad). El mundo y la voluntad: El mundo es la universalidad de los fenómenos producidos por una esencia única, a la que llama voluntad, o cosa en sí, o mundo, y que es un apetito ciego del cual todas las cosas son manifestaciones u objetivaciones y donde la última manifestación es el hombre (la razón es posterior a la voluntad); se opone radicalmente a la fórmula Hegeliana: “Todo lo real es racional”, en cambio propone: todo lo real es irracional. El pesimismo radical: Extraído de la filosofía Hindú; en donde la voluntad trae consigo un esfuerzo violento y poderoso para vivir, el cual, se convierte en una fuente permanente de necesidades y deseos, generalmente no satisfechos, que hacen penosa y dolorosa la vida; se presenta por lo tanto, la necesidad de combatir con todo empeño esa voluntad de vivir, sometiéndonos a la ascesis, la privación, la mortificación, hasta llegar a la inacción completa o nirvana.
EL TRANSFORMISMO DE CARLOS DARWIN
(1.809-1.882), más que filósofo es un célebre naturista y biólogo inglés, que se dedicó al estudio de la historia natural e hizo viajes de exploración por todo el mundo. Entre sus escritos s destacan: "El “Origen de las Especies" y “La descendencia del hombre”. En su doctrina se distinguen tres puntos fundamentales: A) la lucha por la vida, la lucha por la consecución de los alimentos, debido a la excesiva multiplicación de las especies, trajo como consecuencia la desaparición de los más débiles, y la sobrevivencia de los más fuertes. B) la selección natural, los sobrevivientes mejoraron su especie a través de uniones sexuales. C) La Herencia, recoge el mejoramiento y produce variaciones que lentamente se transforman en nuevas especies.
EL POSITIVISMO, EL ASOCIACIONISMO Y EL EVOLUCIONISMO
EL POSITIVISMO:
Es una forma suavizada del Materialismo la cual, no niega rotundamente lo suprasensible, pero sí afirma enfáticamente que solo podemos tener conocimiento cierto de los hechos sensibles, rechaza por lo tanto la metafísica y la teología, considerados sistemas de conocimiento imperfectos e inadecuados; sólo obedece a los datos proporcionados por los sentidos, es decir se basa en el conocimiento empírico de los fenómenos naturales. El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint-Simon, y al filósofo alemán Immanuel Kant.
AUGUSTO COMTE (1.789-1.859) filósofo de origen francés en cuya vida, identificamos dos períodos: el primero es un período científico en el cual, publicó su gran obra “Curso de Filosofía Positiva”; el segundo, es un período místico en el cual, intenta reformar la religión cristiana y fundar una nueva religión de la Humanidad. Es prácticamente el fundador del Positivismo. Destacamos de su obras, LA LEY DE LOS TRES ESTADOS en la cual, considera que el espíritu humano y en particular cada individuo pasa por tres estados cognoscitivos: 1) EL TEOLOGICO en el cual el hombre explica los fenómenos naturales refiriéndolos a causas sobrenaturales (dioses, ángeles, demonios), de éste modo nace la religión. 2) EL METAFISICO: explicación de los fenómenos naturales por medio de nociones abstractas (esencia, causa-efecto, finalidad). 3) EL POSITIVO: el espíritu humano, deja de lado las ficciones teológicas y metafísicas y estudia los fenómenos como hechos positivos (formulan leyes que relacionan los fenómenos unos con otros). En los dos primeros estados prima la imaginación, mientras que en el tercero, la observación de la realidad. Comte inaugura así el culto idolátrico de la ciencia y relega a la filosofía concediéndole tan solo el papel de coordinadora de las ciencias (ver clasificación positiva de las ciencias).
EL ASOCIACIONISMO
Es una de las formas del positivismo y tiene como representantes a Hume, Stuart Mill, Spencer y Bain. Parte del fenomenismo de Hume, niega el alma y sus facultades; todos los hechos sicológicos los reduce a la sensación, considerándola como hecho primitivo e irreductible; reduce toda la actividad de nuestro espíritu a la combinación de las diversas imágenes o ideas mediante las leyes mecánicas de la asociación, reemplazando así las leyes de la lógica y la sicología.
JUAN STUART MILL: Nace en Londres (1.806-1.873), viaja a Francia donde es influenciado por el positivismo de Comte. Su obra principal “Sistema de Lógica”, en ella enseña el asociacionismo, y mejora el método científico de Bacon. La asociación es un fenómeno mecánico o automático en el que el entendimiento queda pasivo en el fenómeno del conocimiento, solo recibe asociaciones sensibles que él no provoca. La asociación de imágenes se explica por la tendencia que tenemos a asociar todos nuestros actos de conciencia según las siguientes leyes: a) de semejanza (recuerdo del objeto por algo que se le parece); b) de contraste (blanco y negro); y c) de contigüidad que puede ser temporal (una cosa viene en pos de otra) o de lugar (dos cosas que conocimos en el mismo lugar). Los estados de conciencia tienden a asociarse en virtud de estas tres reglas.
EL EVOLUCIONISMO
Profesado por Heriberto Spencer (1,820-1.903), es otra forma de positivismo que se diferencia por dos doctrinas fundamentales: El Agnosticismo y el Evolucionismo Absoluto. El agnosticismo está inspirado en Kant y en él, Spencer, acepta que hay algo más allá del fenómeno positivo, que es el noúmeno que en sí mismo es incognocible, siendo por lo tanto inútil todo intento de conocimiento de las cosas suprasensibles (Dios, alma, substancia...). El Evolucionismo Absoluto tiene dos características: ser absolutamente universal y estar regido por una ley universal; en el primer caso, el evolucionismo de Spencer se diferencia del transformismo de Darwin, ya que éste se refiere a la transformación de las especies vivientes, mientras que Spencer se refiere a la evolución absolutamente universal, que parte de la materia eterna (nebulosa primitiva, luego se extiende de lo material a lo biológico, a lo psicológico, a lo intelectual y a todo género de cultura). En el segundo caso, explica dicha evolución como una tendencia innata de lo homogéneo a convertirse en heterogéneo.
LOS INICIOS DE LA FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA
miércoles, 8 de diciembre de 2010
KANT Y EL IDEALISMO CRITICO ALEMÁN
En la filosofía moderna se da un viraje total en la temática ya que los filósofos de ésta época, no les interesa el problema ontológico planteado desde tiempos de Aristóteles hasta el medioevo. En la modernidad la atención se centra en el problema del conocimiento, enfocado desde el punto de vista del ¿cómo conozco yo el mundo externo?
Como vimos ya, el problema del conocimiento se trata a partir de la filosofía moderna bajo dos enfoques: el racionalismo y el empirismo. Donde los primeros consideraban como única fuente de conocimiento a la razón, mientras que la segunda consideraba la mente humana como una tabula rasa, la cual se va llenando por la constancia de la experiencia, siendo entonces los sentidos la única fuente del conocimiento. Frente a ésta oposición de concepciones surge una polémica, que ha de solucionar el filósofo alemán Immanuel Kant.
Kant, nace en Köenisberg, donde adelantó estudios de filosofía y ciencias; la mayoría de su vida la dedicó al magisterio. Dentro de su vida filosófica podemos identificar dos períodos, uno dogmático que dura aproximadamente treinta años y en el cual sigue fielmente las ideas de Leibniz y Wolf. El segundo es un período crítico en el que el mismo confiesa que la lectura de Hume lo despertó de su sueño dogmático. Como escritor, son muchas las obras de su autoría, pero las más destacadas son: La Critica de la Razón Pura y La Critica de la Razón Práctica.
La doctrina filosófica kantiana está construida bajo los fundamentos del SUBJETIVISMO y el CRITICISMO. El subjetivismo kantiano consiste en afirmar la supremacía del sujeto sobre el objeto en el proceso del conocimiento; el criticismo consiste en no aceptar el valor de las facultades cognitivas sin primero someterlo a una rigurosa crítica.
Kant unifica las dos corrientes que se disputaban la veracidad en el concepto de las fuentes del conocimiento, planteando el nuevo método del Criticismo. En la primera parte a la introducción de la Critica de la Razón Pura, Kant dice: “No se puede dudar que todos nuestros conocimientos comienzan con la experiencia”, según esto vemos que Kant acepta el postulado empirista de Locke de que el conocimiento parte de la experiencia, sin embargo, a dicho planteamiento agrega el filósofo: “...Todos nuestros conocimientos comienzan con la experiencia, todos sin embargo, no proceden de ella, pues bien podría suceder que nuestro conocimiento empírico fuera una composición de lo que recibimos por las impresiones y de lo que aplicamos por nuestra propia facultad de conocer”, con esto advierte Kant que en la razón del hombre hay conocimientos A priori, los cuales son independientes de la experiencia y provienen de la subjetividad.
Para Kant el conocimiento es posible en el hombre por que éste posee dos facultades: La Sensibilidad y El Entendimiento mediante las cuales, se llega a conocer las cosas del mundo externo. Claro esta que Kant también distingue otro tipo de conocimiento que es el SUPRA-OBJETIVO, el cual se obtiene mediante la Razón y tiene como objeto de estudio: Dios – Alma – Mundo.
Según lo anterior podemos afirmar que Kant, identifica tres facultades de conocimiento en el hombre: La Sensibilidad, El Entendimiento y La Razón, en donde la primera tiene como fundamento las experiencias sensibles, la segunda los juicios que se emiten sobre esa experiencia sensitiva, mientras que la tercera se fundamenta en conceptos a priori que no tienen experiencia real.
Uno de los puntos más importantes en Kant es su famosa Revolución Copernicana, según la cual, es el sujeto el que ordena las cosas del mundo externo, imponiéndole leyes y reglas; hasta antes de Kant la epistemología era de tipo objetivista, la cual se basaba en que el mundo externo se imponía al sujeto en el proceso del conocimiento.
El conocimiento del mundo externo por parte del sujeto, es posible mediante la interdependencia de las facultades de la sensibilidad y del entendimiento; mediante la sensibilidad el sujeto capta o percibe de forma general las cosas del mundo externo pero dicha percepción es desordenada siendo necesario pues la intervención del entendimiento el cual, mediante el uso de ciertas leyes organiza el caos que percibe la sensibilidad.
En su obra máxima de Kant La “Critica de la Razón Pura”, la cual parte de las afirmaciones:1) Todo conocimiento es una síntesis de una materia que Kant llama objetiva y de una forma subjetiva anterior a toda experiencia. 2) Ésta síntesis se verifica de una forma diferente en cada una de las facultades cognitivas (sentidos, entendimiento y razón). 3) Es necesario hacer una crítica previa a cada una de las facultades. Por ésta razón la obra se encuentra dividida en tres partes: Estética trascendental o crítica de la sensación; La Analítica trascendental o crítica del entendimiento; y la Dialéctica Trascendental o Crítica de la Razón; son llamadas trascendentales, porque el conocimiento que en ellas se estudia, no surge de la experiencia si no de formas a priori, que trascienden toda experiencia sensible. Veamos brevemente cada una de ellas.
ESTÉTICA TRASCENDENTAL: En ésta parte, Kant hace un estudio y critica del conocimiento sensible, por eso emplea el término estética, que viene del griego “estesis” que significa sensación. Aquí identificamos tres partes: La materia, La Forma y la Síntesis; donde la materia del conocimiento no es el objeto en sí, si no la impresión que causa en el sentido. La forma son las nociones o formas de espacio y tiempo que existen en nuestro entendimiento antes de toda experiencia, siendo el espacio la forma de la sensación externa y el tiempo la interna, por lo tanto toda impresión sensible aparece necesariamente dentro de las formas subjetivas de espacio y tiempo; la síntesis de la impresión sensible (materia) y de la forma de espacio o tiempo recibe el nombre de intuición, pero como las intuiciones se derivan de formas subjetivas, no podemos estar seguros si la realidad objetiva corresponda a ellas, siendo indispensable por lo tanto un examen detallado de éste conocimiento, permaneciendo desconocido el objeto.
LA ANALÍTICA TRASCENDENTAL: Es la crítica del conocimiento del entendimiento, donde encontramos también las mismas tres partes, siendo la materia las intuiciones sensibles vistas anteriormente, y la forma son las doce nociones a priori, que Kant denomina categorías y dentro de las cuales encontramos necesariamente nuestro juicio; la síntesis son entonces los doce juicios correspondientes.
De las categorías, tres son cuantitativas (unidad, pluralidad y totalidad), tres son cualitativas (afirmación, negación y limitación), tres son relativas es decir, designan tres tipos de relaciones diferentes (sustancia – accidente, causa – efecto y mutua acción); tres son modales, es decir designan el modo como el entendimiento ve la relación entre el sujeto y el predicado (posibilidad – imposibilidad, necesidad – contingencia y existencia – no existencia). De éstas doce categorías surgen nuestros juicios, en efecto ellos pueden ser: singulares, particulares o universales; afirmativos, negativos o limitativos (afirmación con negación); relativos (sustancia – accidente, causa – efecto o de mutua acción); modales (que designan: posibilidad – imposibilidad, necesidad – contingencia y existencia – no existencia). Según lo anterior todos nuestros juicios están incluidos dentro de éstas formas subjetivas y por lo tanto tampoco tiene valor objetivo.
Los Juicios: La base del subjetivismo kantiano esta dada en la concepción de los juicios, los cuales, hasta antes de Kant se dividían en dos clases: Analíticos y sintéticos, según que el predicado estuviera o no comprendido en la comprensión del sujeto, sea el caso por ejemplo, los analíticos son juicios a priori y universales donde el predicado se encuentra contenido en el sujeto ( el circulo es redondo ), los sintéticos son juicios a posteriori y particulares donde el predicado no se encuentra contenido en el sujeto ( el circulo es blanco ); ninguno de éstos juicios son adecuados para la ciencia ya que los primeros, aunque son universales no me dicen nada nuevo y los segundos aunque me dan una nueva información no son universales, y la ciencia trabaja con juicios universales pero son útiles en cuanto me brindan una nueva información. Por éste motivo Kant postula los Juicios “Sintéticos A priori”, los cuales por ser sintéticos agregan una nueva información al conocimiento y por ser a priori tienen el carácter de universalidad, carácter que no lo reciben de la experiencia (que es particular) sino de la estructura misma de nuestras facultades del entendimiento.
LA DIALÉCTICA TRASCENDENTAL: Es la critica del conocimiento de la razón, la materia son los doce juicios; la forma son las tres nuevas formas a priori: Dios, Mundo, Yo; la síntesis son las tres grandes ideas, de mundo, Dios y Yo, resumen de todos nuestros juicios. Pero como éstas ideas también provienen de formas a priori subjetivas, tampoco nos pueden brindar un conocimiento absoluto de la realidad.
En conclusión podemos decir, que tan sólo podemos conocer los fenómenos, sin poder profundizar más allá de los noúmenos o esencias de las cosas, y en últimas solemos caer siempre en antinomias o paradojas insolubles; esto sucede por la función dialéctica de nuestro espíritu, que por naturaleza tiende a unificar las cosas y en consecuencia ninguna de nuestras facultades cognitivas nos puede conducir al conocimiento de una realidad objetiva (escepticismo filosófico). Sin embargo es necesario reconocer que los aportes de Kant son fundamentales para el desarrollo de la epistemología moderna y el avance de la ciencia y la tecnología, basadas en una concepción subjetivista.
Los postulados kantianos tienen eco en una serie de filósofos que conforman la corriente del Idealismo crítico; entre esos filósofos destacamos a: Teófilo Fichte, Guillermo Federico Schelling y Guillermo Hegel.
El pensamiento de todos estos filósofos junto con el de Kant es fundamental para el inicio de la filosofía Contemporánea, ya que ésta se torna en crítica del conocimiento ¨EPISTEMOLOGÍA¨, siendo fundamental para el desarrollo de las ciencias y la tecnología. Sin embargo, no podemos desconocer que también encontramos otras corrientes filosóficas con enfoque romántico que siguen la misma línea antireligiosa.
sábado, 18 de septiembre de 2010
DEL POSITIVISMO A LA FILOSOFÍA DEL LENGUAJE Y LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA.
Dentro del contexto angloamericano surge también la tendencia denominada “PERSONALISMO”, la cual interpreta la realidad desde el punto de vista de la realidad y de la persona, afirmando así la existencia de un Dios y la libertad humana (B. Parker, Bowne, Mary Whiton Calkins, E. Sheffield, Brighman...). La ampliación del horizonte científico en el siglo XX, especialmente en lo que hace referencia a la matemáticas y la lógica (Frege, Russell y Hilbert) la física (Michelson, Einstein con su teoría de la relatividad y la física cuántica), la química, la Biología y la Cibernética como también la Sicología (Pavlov, Watson y Freud), van a generar cambios radicales en la concepción del mundo. Se da un auge entonces en el pensamiento marxista en sus diferentes tendencias e interpretaciones, al ser extendido los conceptos de historia de la producción social a la filosofía política y la filosofía de la historia, en la que cada actividad es sólo un momento de un proceso más amplio cuyo factor esencial es la economía (Lukácks, Bertholt Brecht).
Por otra parte en Italia resurge el kantismo representado por Piero Martinetti, encarnizado opositor del fascismo y quien convierte a la filosofía en una religión racional, a la par se da un renacimiento hegeliano (B. Croce). Y en Alemania la figura más representativa es Edmundo Husserl, quien se propone hacer de la filosofía una ciencia rigurosa, por medio del método fenomenológico; sus tesis influyen en el nacimiento del existencialismo en sus diversas interpretaciones (Max Scheler, Heidegger, K. Jaspers, K. Barth, Gabriel Marcel, Luis Lavelle, Jean Paul Sartre y Albert Camus).
Con Ortega y Gasset, se retomo nuevamente la filosofía del YO, que interactúa con el mundo: “Yo soy yo y mi circunstancia”, en donde el sujeto es una realidad concreta y viva a la cual todo se subordina, incluso la razón misma. Es a partir de 1925 cuando resurge nuevamente el positivismo, bajo la noción de Neopositivismo, caracterizado por un profunda tendencia antimetafísica, centralizada en los miembros del circulo de Viena, los cuales provenían de la ciencia o mostraban profundo interés por la lógica y por la metodología científica: (R. Carnap, L. Wittgenstein, Ch. Morris, Orman Quin, A. Ayer.
El encuentro del Neopositivismo con el pragmatismo de Dewey, genera una corriente de neoilustración, que entiende la razón en cuanto humana, concreta y creadora de instrumentos (Ciencias), para afirmar al hombre en el mundo (Karl Popper y Gaston Bachelard).
Otra de las corrientes de gran trascendencia en el siglo XX es el estructuralismo, creado por Ferdinand de Saussure, quien revoluciono el campo de la lingüística a partir del sistema de elementos que lo componen en su totalidad y no a partir de la palabra, es decir la manifestación material individual (Claude LeviStrauss, Jacques Lacan, Michel de Foucault, Piaget, Althuser...).
De ésta forma tan compleja y a su vez intrincada se desarrolla lentamente las dos últimas corrientes filosóficas posmodernistas como son la Filosofía del lenguaje, la cual considera que todo se reduce a un simple problema del lenguaje; y la filosofía de la ciencia, que plantea la rigurosidad y exactitud de la metodología de la Investigación Científica. Todo se centra en el gran anhelo del hombre por comprender de una mejor forma el universo y a partir del cual se desprenden las ciencias particulares.
2.3.1 Filosofía del Lenguaje: Las cuestiones relativas al problema del lenguaje han sido tratadas desde la misma antigüedad, y como lo afirma Cassirer: “El problema del lenguaje es en el fondo tan antiguo como la pregunta por el origen del ser y de la naturaleza”. Para esbozar una breve síntesis de ello, podemos decir que los presocráticos de algún modo equipararon lenguaje y razón, el lenguaje se consideraba como un momento del logos, en donde el universo podía hablar a través del hombre. Los sofistas por su parte lo examinaron desde el punto de vista tanto retórico como gramatical y humano, su centro de atención fue examinar hasta que punto los nombres del lenguaje son o no convencionales; ésta visión fue retomada posteriormente por Platón, quien en el Cratilo defiende la doctrina de que los nombres están naturalmente relacionados con las cosas. Aristóteles, introduce un nuevo elemento que es el concepto o noción, que bien puede entenderse como un concepto mental o como un concepto lógico; es a partir de Aristóteles que los problemas del lenguaje se complican al plantearse la relación entre expresión lingüística y concepto mental, en donde los problemas del lenguaje dejan de ser estrictamente gramaticales para tornarse en problemas lógicos.
Durante el medioevo, el problema del lenguaje fue tratado dentro de las investigaciones puramente lógicas, caso típico va a ser el problema de los universales, se ocuparon de la naturaleza y las formas del lenguaje como también de las significaciones. Es a partir de la edad moderna, que el problema del lenguaje se plantea no propiamente como una disciplina filosófica, pero si se inician los primeros pasos para esta. Durante el modernismo se presentan dos actitudes básicas hacia el lenguaje, la primera representada por los racionalistas, quienes visualizan el problema de los universales desde un enfoque realista; la segunda actitud, representada por los empiristas desde un enfoque nominalista, considerándolo como instrumento capital para el pensamiento, que es necesario ser sometido a una rigurosa crítica para no caer en las trampas o vicios, haciendo creer, que porque hay un término o una expresión en el lenguaje existe una realidad designada por dicho término.
El verdadero florecimiento de la filosofía del lenguaje se da propiamente en el siglo XX, en donde se ha llegado a considerar la crítica o análisis del lenguaje, como la ocupación central de la filosofía. Desde esta perspectiva se desarrollan: EL PRAGMATISMO, en donde el lenguaje es examinado como un instrumento, estas doctrinas se encuentran ligadas al intuicionismo (Bergson), se parte del hecho que sólo la intuición puede alcanzar el fondo de la realidad y el lenguaje se limita a capturar la realidad bajo forma de manipulación; EL EXISTENCIALISMO, el lenguaje aparece como lenguaje humano y como manifestación de la persona, aunque no se puede considerar propiamente como una corriente existencialista; POSITIVISMO LÓGICO Y ATOMISMO LÓGICO, la formalización de los lenguajes que desencadenan las doctrinas que se interesan por el análisis del lenguaje, como es el caso de la escuela de Oxford, que estudia el lenguaje desde el punto de vista de la teoría del símbolo y del simbolismo.
LUDWIG WITTGENSTEIN: (1889-1951), de origen austríaco Uno de los filósofos más influyentes del siglo XX, que analiza el lenguaje como problema central de la filosofía es Wittgenstein, reconocido en especial por su contribución al movimiento conocido como filosofía analítica, y para quien el lenguaje aparece primero como una especie de impedimento para conseguir el lenguaje ideal, en donde la estructura de l lenguaje corresponde a la de la realidad, noción que es abandonada por el filósofo, para postular la investigación del lenguaje, retomándolo como el tema capital de la filosofía, bajo la forma de una filosofía lingüística, entendida esta como un análisis conceptual o lingüístico, en donde se busca la clarificación lógica de las ideas, combatiéndose el hechizamiento de nuestra inteligencia por medio del lenguaje.
Precisamente en el Tractatus, Wittgenstein sostenía que el lenguaje se compone de proposiciones complejas que pueden ser analizadas en proposiciones más sencillas hasta llegar a una formulación simple o elemental. De modo similar, el mundo se compone de hechos complejos que pueden ser analizados en hechos menos complejos hasta llegar a los hechos simples, o atómicos. El mundo es la totalidad de esos hechos. Según la imagen de la teoría del significado de Wittgenstein, es la naturaleza lógica de las proposiciones elementales la que representa hechos atómicos o “situaciones”. Afirmaba que la naturaleza del lenguaje requiere proposiciones elementales, y su teoría del significado exige que haya hechos atómicos representados por proposiciones elementales. Sobre este análisis, sólo las proposiciones que representan hechos —las proposiciones de ciencia— son consideradas cognitivamente significativas. Las declaraciones éticas y metafísicas no son afirmaciones significativas ni relevantes. Esta teoría produjo un gran efecto sobre las teorías del positivismo, y los positivistas lógicos. Wittgenstein llegó a creer, no obstante, que la limitada visión del lenguaje reflejada en el Tractatus era errónea. En las Investigaciones filosóficas defendió que si uno investiga en el presente cómo se utiliza el lenguaje, la variedad de usos lingüísticos se vuelve clara. Las palabras son como herramientas, y como las herramientas sirven para diferentes funciones, así las expresiones lingüísticas cumplen diversas funciones. Aunque algunas preposiciones son utilizadas para representar hechos, otras son utilizadas para ordenar, interrogar, orar, agradecer, maldecir, y así sucesivamente. Este reconocimiento de la pluralidad y flexibilidad lingüísticas llevaron al concepto de Wittgenstein del juego del lenguaje y a la conclusión de que la gente interpreta diferentes juegos de lenguaje. El científico, por ejemplo, está inmerso en un juego lingüístico diferente del teólogo. Además, el significado de una proposición ha de ser comprendida en el ámbito de su contexto, esto es, en los términos de las reglas del juego del cual esa proposición es una parte. La llave para la solución de los rompecabezas filosóficos es el proceso terapéutico de examinar y describir el lenguaje en uso.
2.3.2 Filosofía de la Ciencia: Al hablar de filosofía y de ciencia surge el gran interrogante de cual es la relación directa que guardan estas dos disciplinas y la primera respuesta es que es de índole histórica, y es que la filosofía ha sido y seguirá siendo la madre de las ciencias, por cuanto que con ella nace el espíritu investigativo del hombre que se plantea el por qué de las cosas; históricamente la filosofía no sólo ha sido la madre de las ciencias sino la reina en todo instante, ya sea por conocer mediante el más alto grado de abstracción, ya sea por tratar el problema del ser en general o por tratar los supuestos de las ciencias; y es que la ciencia constituye uno de los objetos de la filosofía es por ello que hay una filosofía de la ciencia así como hay una filosofía de la religión, del arte...
viernes, 23 de julio de 2010
EL EMPIRISMO INGLÉS
Thomas Hobbes y el Mecanicismo Naturalista: (1588-1679), filósofo y teórico político inglés, cuyas teorías mecanicistas y naturalistas provocaron desconfianzas y polémicas en círculos políticos y eclesiásticos. Considerado el fundador del Empirismo. En 1642 escribió De Cive (Tratado del ciudadano), una exposición de su teoría sobre el gobierno. Su obra más conocida de Hobbes, Leviatán o la esencia, forma y poder de una comunidad eclesiástica y civil, constituye una exposición vigorosa de su doctrina de la soberanía. La filosofía de Hobbes representa una reacción contra la libertad de conciencia de la Reforma, que, según afirmaba, conducía a la anarquía. Supuestamente supuso la ruptura de la filosofía inglesa con el escolasticismo, y estableció las bases de la sociología científica moderna al tratar de aplicar a los seres humanos, como autores y materia de la sociedad, los principios de la ciencia física que gobiernan el mundo material. Hobbes elaboró su política y su ética desde una base naturalista: mantenía que las personas se temen unas a otras y por esta razón deben someterse a la supremacía absoluta del Estado tanto en cuestiones seculares como religiosas.
En su materialismo mecanicista, semejante al de Demócrito, creía que todos los seres de la naturaleza son cuerpos dotados de movimiento y energía mecánica, siendo partidario de un crudo sensismo en el que partiendo del Empirismo de Bacon enseñaba que todo conocimiento y toda actividad humana se reducen a sensaciones; también era partidario del Utilitarismo de Epicuro: “Es bueno lo agradable y falso lo desagradable” ; al igual que afirmaba que la sociedad no es natural al hombre, ya que el estado natural de éste es la crueldad y la violencia, a la cual se renunció al darse el pacto entre los hombres para poder vivir en paz, “Homo homini lupus est”.
John Locke:Filósofo Inglés, considerado el padre del Empirismo ingles, debido a que fue el gran sistematizador y divulgador. Ataca de forma vehemente las ideas innatas cartesianas, afirmando que todas nuestras ideas proceden de los sentidos; al igual que los escolásticos acepta que el entendimiento es una “tabula rasa”, es decir un tablero limpio en el que nada se halla escrito. Acepta el principio de que “Nada hay en el entendimiento que no haya estado en el sentido, pero lo interpreta desde el punto de vista empirista de que nada hay en el entendimiento que supere al sentido es decir que la idea no es más que una sensación más elaborada. Considera que existen dos tipos de ideas: Las ideas Simples que se derivan de la experiencia, y las Compuestas que se forman por combinación de ideas simples. En cuanto al conocimiento, Locke distingue entre cualidades primarias y cualidades secundarias, donde las primarias son las percibidas por varios sentidos (extensión, fuerza, movimiento…) y las secundarias son las percibidas por cada uno de los sentidos (color, sonido, olor…).
Ensayo Sobre el Entendimiento Humano: Obra capital, de Locke, texto bastante extenso y redundante, que para un principiante suele ser monótono y aburridor, y para comprenderlo, es necesario tener presente que en su largo proceso de elaboración intervienen dos factores básicos, que nos permitirán comprender mejor su contenido. Par iniciar tengamos presente la advertencia que hace el mismo autor en la epístola al lector, donde el escrito es el fruto del ocio, de las horas libres y de la disposición espiritual; motivo por el cual el EEH fue escrito en grandes intervalos de tiempo por lo que cae en el error de la repetición. El segundo factor, y que tiene con la profesión misma del autor, es la formación médica que tuvo inicialmente y en donde, fue influenciado Syndehan Boyle, por lo que el libro al surgir del azar, no tuvo inicialmente una orientación filosófica.
El Ensayo sobre el Entendimiento Humano consta de tres partes a saber: Una epístola al lector, una introducción y cuatro libros. En el Libro primero desarrolla y ataca el tema de las ideas innatas de Descartes; en el segundo libro, desarrolla su teoría y clasificación de las ideas; el tercero, hace referencia a la estructura de las palabras; y en el cuarto y último libro, acerca del conocimiento y de la probabilidad.
Al analizar detalladamente el texto, encontramos que a Locke al establecer la relación entre ideas y conocimiento, se le presenta el lenguaje como problema, al cual le dedica gran parte de su reflexión, siendo además, pionero en un nuevo planteamiento filosófico, como va a ser el caso de la filosofía del Lenguaje o teoría semántica.
Desde el punto de vista filosófico, recibió influencia del filósofo inglés John Locke y del obispo y filósofo irlandés George Berkeley. Tanto Hume como Berkeley diferenciaban entre la razón y los sentidos. Hume, sin embargo, fue más allá e intentó probar que la razón y los juicios racionales son tan sólo asociaciones habituales con diferentes sensaciones o experiencias.
Investigación Sobre el Conocimiento Humano: Con Hume se inicia propiamente el ataque y destrucción a las discusiones metafísicas; ideología que va a ser retomada mas tarde por el alemán Immanuel Kant. La base de la filosofía de Hume es el considerar todos los objetos de la razón e investigación humana, pueden dividirse en dos grupos: Relaciones de ideas y cuestiones de hecho.
A la primera clase pertenecen las ciencias de la geometría y las matemáticas, es decir, toda aquella información de carácter intuitivo o demostrativamente cierto. Son afirmaciones lógicamente evidentes, que no expresan ni describen ningún objeto del mundo real y son proposiciones que pueden descubrirse por la mera operación del pensamiento, independientemente de que exista o no en la realidad. De esto se deduce, que para Hume el campo del razonamiento y todas las ciencias que tienen que ver con el nada tienen que ver con la realidad.
La segunda clase, las cuestiones de hecho, que según la perspectiva de Hume, como principios no proporcionan un conocimiento alcanzado por razonamiento a priori, es decir fuera de la experiencia, sino que por el contrario hace referencia a un conocimiento obtenido a partir de la experiencia. Sin embargo, presentan un problema y es el de la relación causa-efecto, ya que los razonamientos a cerca de cuestiones de hecho parecen estar fundados en la relación de causa y efecto, lo cual le da al conocimiento empírico el carácter de particular y contingente, contradiciendo la universalidad y validez de la ciencia, ante lo cual, Hume plantea una salida y que consiste en relegar el principio de causalidad a un problema de tipo sicológico de asociacionismo (asociar juntas ideas de objetos y relacionarlos en la imaginación) según el cual la mente es conducida por habito a creer que una cosa sucederá después de la otra.
De esta forma, Hume dio un paso revolucionario en la historia de la filosofía rechazando la idea de causalidad, argumentando que “la razón nunca podrá mostrarnos la conexión entre un objeto y otro si no es ayudada por la experiencia y por la observación de su relación con situaciones del pasado.
Ahora bien, el rechazo de la causalidad implica un rechazo de las leyes científicas, que se basan en la premisa de que un hecho provoca otro de forma necesaria y, como resulta predecible, siempre lo hará; por lo tanto, según Hume, el conocimiento de los hechos es imposible. El escepticismo de Hume, lo llevó también a negar la existencia de la sustancia espiritual defendida por Berkeley y de la “sustancia material” defendida por Locke, llegando a ser más radical, Hume negó la existencia de una identidad del yo, argumentando que como las personas no tienen una percepción constante de sí mismas como entidades diferentes, no son más que “un conjunto o colección de diferentes percepciones”.
En cuanto a la dimensión ética de su pensamiento, Hume pensaba que los conceptos del bien y el mal no son racionales, sino que nacen de una preocupación por la felicidad propia. El supremo bien moral, según su punto de vista, es la benevolencia, un interés generoso por el bienestar general de la sociedad que Hume definía como la felicidad individual.