Surge en Inglaterra, como corriente filosófica que se ha desprendido de las ideas revolucionarias de los metodólogos y científicos como es el caso de F. Bacon y G. Galilei. Aunque está regida por el mismo fundamento filosófico, su interés no es de carácter científico sino más bien político. Al igual que el racionalismo, el Empirismo se puede considerar como una corriente epistemológica, la cual considera que la fuente del conocimiento es la experiencia sensible, de ahí su nombre de Empírica” Entre sus principales representantes encontramos a: Tomás Hobbes, John Locke, David Hume y George Berkeley.
Thomas Hobbes y el Mecanicismo Naturalista: (1588-1679), filósofo y teórico político inglés, cuyas teorías mecanicistas y naturalistas provocaron desconfianzas y polémicas en círculos políticos y eclesiásticos. Considerado el fundador del Empirismo. En 1642 escribió De Cive (Tratado del ciudadano), una exposición de su teoría sobre el gobierno. Su obra más conocida de Hobbes, Leviatán o la esencia, forma y poder de una comunidad eclesiástica y civil, constituye una exposición vigorosa de su doctrina de la soberanía. La filosofía de Hobbes representa una reacción contra la libertad de conciencia de la Reforma, que, según afirmaba, conducía a la anarquía. Supuestamente supuso la ruptura de la filosofía inglesa con el escolasticismo, y estableció las bases de la sociología científica moderna al tratar de aplicar a los seres humanos, como autores y materia de la sociedad, los principios de la ciencia física que gobiernan el mundo material. Hobbes elaboró su política y su ética desde una base naturalista: mantenía que las personas se temen unas a otras y por esta razón deben someterse a la supremacía absoluta del Estado tanto en cuestiones seculares como religiosas.
En su materialismo mecanicista, semejante al de Demócrito, creía que todos los seres de la naturaleza son cuerpos dotados de movimiento y energía mecánica, siendo partidario de un crudo sensismo en el que partiendo del Empirismo de Bacon enseñaba que todo conocimiento y toda actividad humana se reducen a sensaciones; también era partidario del Utilitarismo de Epicuro: “Es bueno lo agradable y falso lo desagradable” ; al igual que afirmaba que la sociedad no es natural al hombre, ya que el estado natural de éste es la crueldad y la violencia, a la cual se renunció al darse el pacto entre los hombres para poder vivir en paz, “Homo homini lupus est”.
Thomas Hobbes y el Mecanicismo Naturalista: (1588-1679), filósofo y teórico político inglés, cuyas teorías mecanicistas y naturalistas provocaron desconfianzas y polémicas en círculos políticos y eclesiásticos. Considerado el fundador del Empirismo. En 1642 escribió De Cive (Tratado del ciudadano), una exposición de su teoría sobre el gobierno. Su obra más conocida de Hobbes, Leviatán o la esencia, forma y poder de una comunidad eclesiástica y civil, constituye una exposición vigorosa de su doctrina de la soberanía. La filosofía de Hobbes representa una reacción contra la libertad de conciencia de la Reforma, que, según afirmaba, conducía a la anarquía. Supuestamente supuso la ruptura de la filosofía inglesa con el escolasticismo, y estableció las bases de la sociología científica moderna al tratar de aplicar a los seres humanos, como autores y materia de la sociedad, los principios de la ciencia física que gobiernan el mundo material. Hobbes elaboró su política y su ética desde una base naturalista: mantenía que las personas se temen unas a otras y por esta razón deben someterse a la supremacía absoluta del Estado tanto en cuestiones seculares como religiosas.
En su materialismo mecanicista, semejante al de Demócrito, creía que todos los seres de la naturaleza son cuerpos dotados de movimiento y energía mecánica, siendo partidario de un crudo sensismo en el que partiendo del Empirismo de Bacon enseñaba que todo conocimiento y toda actividad humana se reducen a sensaciones; también era partidario del Utilitarismo de Epicuro: “Es bueno lo agradable y falso lo desagradable” ; al igual que afirmaba que la sociedad no es natural al hombre, ya que el estado natural de éste es la crueldad y la violencia, a la cual se renunció al darse el pacto entre los hombres para poder vivir en paz, “Homo homini lupus est”.
John Locke:Filósofo Inglés, considerado el padre del Empirismo ingles, debido a que fue el gran sistematizador y divulgador. Ataca de forma vehemente las ideas innatas cartesianas, afirmando que todas nuestras ideas proceden de los sentidos; al igual que los escolásticos acepta que el entendimiento es una “tabula rasa”, es decir un tablero limpio en el que nada se halla escrito. Acepta el principio de que “Nada hay en el entendimiento que no haya estado en el sentido, pero lo interpreta desde el punto de vista empirista de que nada hay en el entendimiento que supere al sentido es decir que la idea no es más que una sensación más elaborada. Considera que existen dos tipos de ideas: Las ideas Simples que se derivan de la experiencia, y las Compuestas que se forman por combinación de ideas simples. En cuanto al conocimiento, Locke distingue entre cualidades primarias y cualidades secundarias, donde las primarias son las percibidas por varios sentidos (extensión, fuerza, movimiento…) y las secundarias son las percibidas por cada uno de los sentidos (color, sonido, olor…).
Ensayo Sobre el Entendimiento Humano: Obra capital, de Locke, texto bastante extenso y redundante, que para un principiante suele ser monótono y aburridor, y para comprenderlo, es necesario tener presente que en su largo proceso de elaboración intervienen dos factores básicos, que nos permitirán comprender mejor su contenido. Par iniciar tengamos presente la advertencia que hace el mismo autor en la epístola al lector, donde el escrito es el fruto del ocio, de las horas libres y de la disposición espiritual; motivo por el cual el EEH fue escrito en grandes intervalos de tiempo por lo que cae en el error de la repetición. El segundo factor, y que tiene con la profesión misma del autor, es la formación médica que tuvo inicialmente y en donde, fue influenciado Syndehan Boyle, por lo que el libro al surgir del azar, no tuvo inicialmente una orientación filosófica.
El Ensayo sobre el Entendimiento Humano consta de tres partes a saber: Una epístola al lector, una introducción y cuatro libros. En el Libro primero desarrolla y ataca el tema de las ideas innatas de Descartes; en el segundo libro, desarrolla su teoría y clasificación de las ideas; el tercero, hace referencia a la estructura de las palabras; y en el cuarto y último libro, acerca del conocimiento y de la probabilidad.
Al analizar detalladamente el texto, encontramos que a Locke al establecer la relación entre ideas y conocimiento, se le presenta el lenguaje como problema, al cual le dedica gran parte de su reflexión, siendo además, pionero en un nuevo planteamiento filosófico, como va a ser el caso de la filosofía del Lenguaje o teoría semántica.
David Hume: (1711-1776), historiador y filósofo escocés, que influyó en el desarrollo del escepticismo y el empirismo, nació en Edimburgo, Lothian, el 7 de mayo de 1711. De 1734 a 1737 Hume estudió con apasionamiento los problemas de la filosofía especulativa, periodo durante el cual escribió su obra más importante, Tratado sobre la naturaleza humana (3 volúmenes, 1739-1740), que constituye la síntesis de su pensamiento. A pesar de su importancia, la obra fue ignorada por el público; por lo que sus obras posteriores fueron escritas bajo las formas más ligeras y populares en la época, ensayos y diálogos. Entre 1741-1742 escribió Ensayos morales y políticos (2 volúmenes), obteniendo un éxito inmediato, a pesar de ello no consiguió su nombramiento para la facultad de la Universidad de Edimburgo, tal vez porque, ya desde los inicios de su trabajo, se le consideraba un escéptico en asuntos religiosos. En el año de 1748 escribió Ensayos filosóficos sobre el entendimiento humano (más tarde llamados Investigación sobre el entendimiento humano), quizá su obra más conocida, siendo en la práctica un resumen de su Tratado.
Desde el punto de vista filosófico, recibió influencia del filósofo inglés John Locke y del obispo y filósofo irlandés George Berkeley. Tanto Hume como Berkeley diferenciaban entre la razón y los sentidos. Hume, sin embargo, fue más allá e intentó probar que la razón y los juicios racionales son tan sólo asociaciones habituales con diferentes sensaciones o experiencias.
Investigación Sobre el Conocimiento Humano: Con Hume se inicia propiamente el ataque y destrucción a las discusiones metafísicas; ideología que va a ser retomada mas tarde por el alemán Immanuel Kant. La base de la filosofía de Hume es el considerar todos los objetos de la razón e investigación humana, pueden dividirse en dos grupos: Relaciones de ideas y cuestiones de hecho.
A la primera clase pertenecen las ciencias de la geometría y las matemáticas, es decir, toda aquella información de carácter intuitivo o demostrativamente cierto. Son afirmaciones lógicamente evidentes, que no expresan ni describen ningún objeto del mundo real y son proposiciones que pueden descubrirse por la mera operación del pensamiento, independientemente de que exista o no en la realidad. De esto se deduce, que para Hume el campo del razonamiento y todas las ciencias que tienen que ver con el nada tienen que ver con la realidad.
La segunda clase, las cuestiones de hecho, que según la perspectiva de Hume, como principios no proporcionan un conocimiento alcanzado por razonamiento a priori, es decir fuera de la experiencia, sino que por el contrario hace referencia a un conocimiento obtenido a partir de la experiencia. Sin embargo, presentan un problema y es el de la relación causa-efecto, ya que los razonamientos a cerca de cuestiones de hecho parecen estar fundados en la relación de causa y efecto, lo cual le da al conocimiento empírico el carácter de particular y contingente, contradiciendo la universalidad y validez de la ciencia, ante lo cual, Hume plantea una salida y que consiste en relegar el principio de causalidad a un problema de tipo sicológico de asociacionismo (asociar juntas ideas de objetos y relacionarlos en la imaginación) según el cual la mente es conducida por habito a creer que una cosa sucederá después de la otra.
De esta forma, Hume dio un paso revolucionario en la historia de la filosofía rechazando la idea de causalidad, argumentando que “la razón nunca podrá mostrarnos la conexión entre un objeto y otro si no es ayudada por la experiencia y por la observación de su relación con situaciones del pasado.
Ahora bien, el rechazo de la causalidad implica un rechazo de las leyes científicas, que se basan en la premisa de que un hecho provoca otro de forma necesaria y, como resulta predecible, siempre lo hará; por lo tanto, según Hume, el conocimiento de los hechos es imposible. El escepticismo de Hume, lo llevó también a negar la existencia de la sustancia espiritual defendida por Berkeley y de la “sustancia material” defendida por Locke, llegando a ser más radical, Hume negó la existencia de una identidad del yo, argumentando que como las personas no tienen una percepción constante de sí mismas como entidades diferentes, no son más que “un conjunto o colección de diferentes percepciones”.
En cuanto a la dimensión ética de su pensamiento, Hume pensaba que los conceptos del bien y el mal no son racionales, sino que nacen de una preocupación por la felicidad propia. El supremo bien moral, según su punto de vista, es la benevolencia, un interés generoso por el bienestar general de la sociedad que Hume definía como la felicidad individual.
Desde el punto de vista filosófico, recibió influencia del filósofo inglés John Locke y del obispo y filósofo irlandés George Berkeley. Tanto Hume como Berkeley diferenciaban entre la razón y los sentidos. Hume, sin embargo, fue más allá e intentó probar que la razón y los juicios racionales son tan sólo asociaciones habituales con diferentes sensaciones o experiencias.
Investigación Sobre el Conocimiento Humano: Con Hume se inicia propiamente el ataque y destrucción a las discusiones metafísicas; ideología que va a ser retomada mas tarde por el alemán Immanuel Kant. La base de la filosofía de Hume es el considerar todos los objetos de la razón e investigación humana, pueden dividirse en dos grupos: Relaciones de ideas y cuestiones de hecho.
A la primera clase pertenecen las ciencias de la geometría y las matemáticas, es decir, toda aquella información de carácter intuitivo o demostrativamente cierto. Son afirmaciones lógicamente evidentes, que no expresan ni describen ningún objeto del mundo real y son proposiciones que pueden descubrirse por la mera operación del pensamiento, independientemente de que exista o no en la realidad. De esto se deduce, que para Hume el campo del razonamiento y todas las ciencias que tienen que ver con el nada tienen que ver con la realidad.
La segunda clase, las cuestiones de hecho, que según la perspectiva de Hume, como principios no proporcionan un conocimiento alcanzado por razonamiento a priori, es decir fuera de la experiencia, sino que por el contrario hace referencia a un conocimiento obtenido a partir de la experiencia. Sin embargo, presentan un problema y es el de la relación causa-efecto, ya que los razonamientos a cerca de cuestiones de hecho parecen estar fundados en la relación de causa y efecto, lo cual le da al conocimiento empírico el carácter de particular y contingente, contradiciendo la universalidad y validez de la ciencia, ante lo cual, Hume plantea una salida y que consiste en relegar el principio de causalidad a un problema de tipo sicológico de asociacionismo (asociar juntas ideas de objetos y relacionarlos en la imaginación) según el cual la mente es conducida por habito a creer que una cosa sucederá después de la otra.
De esta forma, Hume dio un paso revolucionario en la historia de la filosofía rechazando la idea de causalidad, argumentando que “la razón nunca podrá mostrarnos la conexión entre un objeto y otro si no es ayudada por la experiencia y por la observación de su relación con situaciones del pasado.
Ahora bien, el rechazo de la causalidad implica un rechazo de las leyes científicas, que se basan en la premisa de que un hecho provoca otro de forma necesaria y, como resulta predecible, siempre lo hará; por lo tanto, según Hume, el conocimiento de los hechos es imposible. El escepticismo de Hume, lo llevó también a negar la existencia de la sustancia espiritual defendida por Berkeley y de la “sustancia material” defendida por Locke, llegando a ser más radical, Hume negó la existencia de una identidad del yo, argumentando que como las personas no tienen una percepción constante de sí mismas como entidades diferentes, no son más que “un conjunto o colección de diferentes percepciones”.
En cuanto a la dimensión ética de su pensamiento, Hume pensaba que los conceptos del bien y el mal no son racionales, sino que nacen de una preocupación por la felicidad propia. El supremo bien moral, según su punto de vista, es la benevolencia, un interés generoso por el bienestar general de la sociedad que Hume definía como la felicidad individual.