jueves, 17 de marzo de 2011
EL MATERIALISMO
EL UTILITARISMO, EL VOLUNTARISMO Y EL TRANSFORMISMO
EL UTILITARISMO
Es la aplicación de los principios materialistas y positivistas a la moral; Sistema profesado por Jeremías Bentham (1.748-1.832), quien siguió la dirección de Hobbes y de Helvetius: cimentar una moral sobre una base puramente positiva. Bentham, vuelve a la moral utilitarista de Epicuro (los hombres son movidos únicamente por el placer o el dolor que esperan o temen de sus acciones; su norma suprema se reduce a: “Es bueno moralmente todo acto capaz de asegurarnos la mayor suma de placer”. Desde el punto de vista social, aplica también el utilitarismo, sentando que, el interés particular se confunde con el interés general, ya que éste no es más que la suma de los intereses particulares. En cuanto al derecho, dice que la justicia de una ley está dada por su utilidad.
EL VOLUNTARISMO
Corriente que considera una voluntad universal como realidad esencial, en donde la voluntad de los individuos forma parte de ella. En su visión, la voluntad domina todos los demás aspectos de la personalidad del individuo: conocimiento, sentimientos y dirección en la vida. El principal representante es Arturo Schopenhauer. Una forma contemporánea de la teoría de Schopenhauer se halla implícita en algunas clases de existencialismo, como el enfoque existencialista expuesto por el filósofo francés Jean-Paul Sartre, quien considera la personalidad como el producto de opciones, y los actos como demostraciones de la voluntad encaminadas a conferir sentido al universo.
Otros filósofos han estimado la voluntad como similar o secundaria a otros aspectos de la personalidad. Platón creía que la psique se dividía en tres partes: razón, voluntad y deseo. Para filósofos racionalistas, como Aristóteles, santo Tomás de Aquino y René Descartes, la voluntad es el agente del alma racional que gobierna los apetitos puramente animales y las pasiones. Algunos filósofos empíricos, como David Hume, no cuentan con la importancia de las influencias racionales en la voluntad; consideran la voluntad dirigida sobre todo por la emoción. Filósofos evolucionistas como Herbert Spencer y pensadores pragmáticos como John Dewey, conciben la voluntad no como una facultad innata sino como el producto de la experiencia que evoluciona de una forma gradual como las ideas y la personalidad individual en la interacción social.
ARTURO SCHOPENHAUER (1.787-1.860), alemán influenciado por Kant, Fitche y Buda, publicó varias obras filosóficas destacándose: “El mundo como voluntad y representación”. Su filosofía se sintetiza en tres doctrinas: Subjetivismo, Voluntarismo y Pesimismo. Subjetivismo: distingue como Kant, entre fenómeno y noúmeno, la representación fenoménica depende de dos formas a priori (nociones de tiempo, espacio y causalidad). El mundo y la voluntad: El mundo es la universalidad de los fenómenos producidos por una esencia única, a la que llama voluntad, o cosa en sí, o mundo, y que es un apetito ciego del cual todas las cosas son manifestaciones u objetivaciones y donde la última manifestación es el hombre (la razón es posterior a la voluntad); se opone radicalmente a la fórmula Hegeliana: “Todo lo real es racional”, en cambio propone: todo lo real es irracional. El pesimismo radical: Extraído de la filosofía Hindú; en donde la voluntad trae consigo un esfuerzo violento y poderoso para vivir, el cual, se convierte en una fuente permanente de necesidades y deseos, generalmente no satisfechos, que hacen penosa y dolorosa la vida; se presenta por lo tanto, la necesidad de combatir con todo empeño esa voluntad de vivir, sometiéndonos a la ascesis, la privación, la mortificación, hasta llegar a la inacción completa o nirvana.
EL TRANSFORMISMO DE CARLOS DARWIN
(1.809-1.882), más que filósofo es un célebre naturista y biólogo inglés, que se dedicó al estudio de la historia natural e hizo viajes de exploración por todo el mundo. Entre sus escritos s destacan: "El “Origen de las Especies" y “La descendencia del hombre”. En su doctrina se distinguen tres puntos fundamentales: A) la lucha por la vida, la lucha por la consecución de los alimentos, debido a la excesiva multiplicación de las especies, trajo como consecuencia la desaparición de los más débiles, y la sobrevivencia de los más fuertes. B) la selección natural, los sobrevivientes mejoraron su especie a través de uniones sexuales. C) La Herencia, recoge el mejoramiento y produce variaciones que lentamente se transforman en nuevas especies.
EL POSITIVISMO, EL ASOCIACIONISMO Y EL EVOLUCIONISMO
EL POSITIVISMO:
Es una forma suavizada del Materialismo la cual, no niega rotundamente lo suprasensible, pero sí afirma enfáticamente que solo podemos tener conocimiento cierto de los hechos sensibles, rechaza por lo tanto la metafísica y la teología, considerados sistemas de conocimiento imperfectos e inadecuados; sólo obedece a los datos proporcionados por los sentidos, es decir se basa en el conocimiento empírico de los fenómenos naturales. El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint-Simon, y al filósofo alemán Immanuel Kant.
AUGUSTO COMTE (1.789-1.859) filósofo de origen francés en cuya vida, identificamos dos períodos: el primero es un período científico en el cual, publicó su gran obra “Curso de Filosofía Positiva”; el segundo, es un período místico en el cual, intenta reformar la religión cristiana y fundar una nueva religión de la Humanidad. Es prácticamente el fundador del Positivismo. Destacamos de su obras, LA LEY DE LOS TRES ESTADOS en la cual, considera que el espíritu humano y en particular cada individuo pasa por tres estados cognoscitivos: 1) EL TEOLOGICO en el cual el hombre explica los fenómenos naturales refiriéndolos a causas sobrenaturales (dioses, ángeles, demonios), de éste modo nace la religión. 2) EL METAFISICO: explicación de los fenómenos naturales por medio de nociones abstractas (esencia, causa-efecto, finalidad). 3) EL POSITIVO: el espíritu humano, deja de lado las ficciones teológicas y metafísicas y estudia los fenómenos como hechos positivos (formulan leyes que relacionan los fenómenos unos con otros). En los dos primeros estados prima la imaginación, mientras que en el tercero, la observación de la realidad. Comte inaugura así el culto idolátrico de la ciencia y relega a la filosofía concediéndole tan solo el papel de coordinadora de las ciencias (ver clasificación positiva de las ciencias).
EL ASOCIACIONISMO
Es una de las formas del positivismo y tiene como representantes a Hume, Stuart Mill, Spencer y Bain. Parte del fenomenismo de Hume, niega el alma y sus facultades; todos los hechos sicológicos los reduce a la sensación, considerándola como hecho primitivo e irreductible; reduce toda la actividad de nuestro espíritu a la combinación de las diversas imágenes o ideas mediante las leyes mecánicas de la asociación, reemplazando así las leyes de la lógica y la sicología.
JUAN STUART MILL: Nace en Londres (1.806-1.873), viaja a Francia donde es influenciado por el positivismo de Comte. Su obra principal “Sistema de Lógica”, en ella enseña el asociacionismo, y mejora el método científico de Bacon. La asociación es un fenómeno mecánico o automático en el que el entendimiento queda pasivo en el fenómeno del conocimiento, solo recibe asociaciones sensibles que él no provoca. La asociación de imágenes se explica por la tendencia que tenemos a asociar todos nuestros actos de conciencia según las siguientes leyes: a) de semejanza (recuerdo del objeto por algo que se le parece); b) de contraste (blanco y negro); y c) de contigüidad que puede ser temporal (una cosa viene en pos de otra) o de lugar (dos cosas que conocimos en el mismo lugar). Los estados de conciencia tienden a asociarse en virtud de estas tres reglas.
EL EVOLUCIONISMO
Profesado por Heriberto Spencer (1,820-1.903), es otra forma de positivismo que se diferencia por dos doctrinas fundamentales: El Agnosticismo y el Evolucionismo Absoluto. El agnosticismo está inspirado en Kant y en él, Spencer, acepta que hay algo más allá del fenómeno positivo, que es el noúmeno que en sí mismo es incognocible, siendo por lo tanto inútil todo intento de conocimiento de las cosas suprasensibles (Dios, alma, substancia...). El Evolucionismo Absoluto tiene dos características: ser absolutamente universal y estar regido por una ley universal; en el primer caso, el evolucionismo de Spencer se diferencia del transformismo de Darwin, ya que éste se refiere a la transformación de las especies vivientes, mientras que Spencer se refiere a la evolución absolutamente universal, que parte de la materia eterna (nebulosa primitiva, luego se extiende de lo material a lo biológico, a lo psicológico, a lo intelectual y a todo género de cultura). En el segundo caso, explica dicha evolución como una tendencia innata de lo homogéneo a convertirse en heterogéneo.