domingo, 24 de enero de 2010

CONCEPTO Y ORIGEN DE LA FILOSOFÍA

Antes de adentrarse en el amplio mundo de la filosofía, es conveniente clarificar los orígenes de la reflexión filosófica en el hombre y encontrar respuestas a grandes interrogantes como, ¿cuál es su origen?, ¿cuáles son las condiciones históricas que permitieron el desarrollo de ésta? Para ello, retomemos las palabras de Aristóteles, quien en su Metafísica afirma: “Todos los hombres tienden por naturaleza a saber”; ese deseo por conocer es nada menos que su naturaleza. Entendiéndose por naturaleza la sustancia o esencia de algo, y en donde todo hombre esta definido esencialmente por el saber.
Afirma también Aristóteles que por el asombro comenzaron los hombres, ahora y en un principio, a filosofar, asombrándose primero de las cosas extrañas que tenían más a mano, y luego al avanzar así poco a poco, haciéndose cuestión de las cosas más graves tales como los movimientos de la luna, la rotación de los planetas, el sol...
Podemos decir entonces que la Filosofía tiene sus inicios primeramente en el asombro frente a los fenómenos naturales los cuales inducen al hombre a una actitud reflexiva mediante la cual se pregunta el por qué de ellos, posteriormente emite una explicación por medio de una reflexión filosófica. De ésta forma, tomando los conceptos aristotélicos, podemos decir que surgió el quehacer filosófico y la investigación en el hombre.
A lo largo de la Historia se ha entendido por Filosofía principalmente dos cosas: Una Ciencia y un modo de vida. Desde sus orígenes en Grecia la Filosofía se ha entendido como una vida teorética, pero al mismo tiempo todo ha sido un saber, una especulación.
En cuanto a ciencia, la filosofía es una ciencia universal que abarca la totalidad de lo real, penetrando hasta las razones absolutamente últimas; es una forma de conocimiento que pretende ofrecer explicaciones de los temas que analiza empleando la razón y los argumentos racionales (a diferencia de la fe o creencia religiosa), en sus orígenes fue la madre de todas las ciencias, las cuales poco a poco se fueron independizando. Su índole no es una certidumbre parcial, el filósofo requiere una certidumbre radical y universal, desde la cual puede vivir y ordenar en una perspectiva jerárquica las otras certidumbres parciales. Se nutre exclusivamente de la evidencia y esta siempre renovando las razones de su certeza.
Como ciencia que se pregunta el por qué de las cosas, busca incesantemente la verdad y da respuestas al sentido de la vida del hombre. ¿Qué es el hombre, de donde viene?, Para dónde va? Su misión es encontrar la verdad del todo que se distribuye en tres niveles ontológicos: La materia simple (espacio, tiempo, astros, galaxias...), El mundo de la vida (agua, oxígeno, cadenas biológicas, animales, plantas...) y El mundo de la cultura y del espíritu (Historia, Ciencia, Arte...).
Por ello es posible decir entonces, que la filosofía comenzó mezclada con la mitología o con la cosmogonía, en donde se presenta una diferencia radical en el método; pero a pesar de todo tiene sus raíces en las explicaciones míticas.

ORIGEN DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL
Al referirnos a la filosofía como ciencia universal que abarca la totalidad de lo real, podemos decir que tiene sus orígenes propiamente en la cultura griega, aunque al respecto se presentan divergencias, hay quienes defienden su origen oriental (Asia Menor, Egipto...), sin embargo no se puede afirmar con certeza dichos planteamientos, ya que no se encuentran referencias bibliográficas que así lo indiquen. Por lo tanto partamos del hecho que el pensamiento occidental tuvo sus orígenes en la antigua civilización griega, y es que la ubicación geográfica de Grecia fue una de las principales causas para que la filosofía se desarrollara en éste pueblo, ya que por el intercambio comercial con los egipcios, los persas y otros pueblos fue posible el florecimiento cultural, permitiendo el surgimiento de un ambiente espiritualista hacia el siglo VII a. c., en donde apare una nueva corriente religiosa llamada el ORFISMO y la cual explicaba el origen del universo mediante una mitología fantástica.
Otra de las causas para que la filosofía se desarrollará en el pueblo helénico, es el paso del mito a la Filosofía; el mismo Aristóteles quien afirma que el mito es una forma primitiva de la filosofía; y es que las Cosmogonías griegas son un intento de jerarquizar los dioses de la mitología y a la vez, explican el origen del mundo.
Al referirnos a las relaciones que guardan el mito y el conocimiento, podemos identificar dos tendencias básicas; en la primera, el mito es tomado como un asunto lógico-racional, en la segunda, el mito es estudiado desde el punto de vista imaginativo, ya sea de una forma diferente del análisis racional del conocimiento, o como antesala al conocimiento lógico en la evolución intelectual del ser humano. Sea la tendencia que se tome, hay que tener presente, que ante todo es una narración que describe y retrata, en un lenguaje simbólico, el origen de los elementos y supuestos básicos de una civilización, que se diferencia de los cuentos de fantásticos y tradicionales en el tiempo narrativo, ya que se desarrolla en un tiempo anterior al nacimiento del mundo convencional.
Además, como hacen alusión a dioses y procesos sobrenaturales, guardan una relación directa con la religión, y dado que su naturaleza es la de explicar interrogantes cosmológicos fundamentales, se convierten en elementos fundamentales para comprender la vida individual y cultural de un pueblo. Y es que Habitualmente el mito más importante en una cultura, el que llega a ser el modelo ejemplar de todos los demás mitos, es el mito cosmogónico, el cual relata el origen del mundo y de la naturaleza en general, interrogantes propios de toda reflexión filosófica. A pesar de ser el punto de partida de la filosofía, el mito guarda diferencias radicales con aquella, veamos algunas:

DEFINICIÓN ETIMOLÓGICA
La palabra Filosofía tiene su origen etimológico en los términos griegos FILOS (FILOS) y SOFIA (SOFIA) que significan literalmente “Amor a la Sabiduría”; este significado fue empleado por primera vez por Pitágoras, quien reconoció en la sabiduría una cualidad exclusiva de los dioses y por tal motivo consideró que la aspiración más noble del hombre era la sabiduría. Aspiración que nunca podría alcanzarse en su plenitud y por tanto los hombres entregados a la búsqueda del conocimiento no deberían llamarse a sí mismos sabios, sino simplemente amigos o amantes de la sabiduría.
Esta definición etimológica es superficial, ya que tan sólo nos ofrece el sentido pleno de la palabra, más no el sentido real. Para obtener un concepto real de ésta, es necesario considerar la realidad histórica de la génesis de lo que los hombres han convenido en llamar Filosofía. Por lo tanto la idea de la Filosofía no puede estar aislada de la Historia, ya que ella misma es histórica y su Historia le pertenece esencialmente.
FILOSOFÍA E HISTORIA
En todo filosofar va inserta la Historia entera de la Filosofía y sin ésta, ni es inteligible ni podría existir. He aquí donde radica la gran diferencia entre la Ciencia y la Filosofía; la primera se constituye de un objeto y del saber que en un momento se posee acerca de él; en la Filosofía en cambio, el problema es ella misma, además este problema se plantea en cada caso según la situación histórica y personal en que se encuentra el filósofo, situación que a la vez está determinada por la tradición filosófica en que se encuentra; en otras palabras, ¨ Todo filosofar arranca de la totalidad del pasado y se proyecta hacia el futuro poniendo en marcha la Historia de la Filosofía.
El carácter histórico de la Filosofía no implica que esta no se interese por la verdad; desde los comienzos de la modernidad, se ha venido gestando una campaña de desprestigio hacia el conocimiento histórico; ante este supuesto, se puede decir, que todo sistema filosófico tiene pretensión de verdad, eso sí, sin pretender una validez absoluta y exclusiva, ya que ninguno agota toda la realidad, y en la medida en que alguno de los sistemas se afirme como único, vislumbra la falsedad del mismo; ya que, cada sistema filosófico aprehende tan sólo una porción de la realidad. Desde esta perspectiva, no puede haber contradicción en los sistemas filosóficos y si ésta surge, es por la pretensión que tiene el filósofo de afirmar más de lo que realmente ve. Por lo tanto, podemos afirmar, que todas las visiones son parcialmente verdaderas.
CLASES DE FILOSOFÍA
La Filosofía tiene un gran número de clasificaciones, sin embargo, se puede decir que existen dos tipos básicos de pensamiento filosófico, que marca la diferencia entre las culturas de oriente y occidente, se habla entonces de Filosofía Oriental y Filosofía Occidental. La primera, en un sentido muy amplio, se aplica al pensamiento de la edad antigua y moderna, desarrollado en los países del cercano, medio y lejano oriente, es decir el pensamiento elaborado en varias regiones del Asia Menor, en Siria, Fenicia, en el Irán, en la India, en la China, en el Japón y en otros países de esta vasta región; su característica esencial, es su profunda compenetración con la naturaleza que le rodea, y frente a la cual no pretende apropiársela por medio del acto del conocimiento sino que por el contrario pregona un espíritu de hermandad y convivencia frente a los demás seres. Dentro de sus filósofos más representativos se pueden citar entre otros: Buda, Confucio y Valmiki entre otros.
La Filosofía Occidental, es aquella que tuvo sus orígenes en la antigua Grecia y que se expandió por toda Europa por los romanos y de allí, traída a América por los conquistadores; por tal motivo, se dice, que nuestro pensamiento y nuestra cultura es de tipo Occidental.
El pensamiento occidental se caracteriza por un profundo sentimiento de PODER, que se manifiesta en la apropiación de los seres que nos rodean mediante el acto del conocimiento. “A más saber más poder”.

GRANDES PROBLEMAS DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL
Como ya se vio, la Filosofía pretende dar respuesta a los interrogantes básicos como: ¿Qué es el hombre?, ¿De dónde viene?, ¿Para dónde va?, ¿Con quién vive? Para resolver éstos interrogantes, la Filosofía inicialmente se dividió en dos disciplinas: Teóricas y prácticas; en donde las teóricas pertenecen al orden de la especulación, mientras que las prácticas centran su atención en comportamiento individual y colectivo del hombre. De estas disciplinas, se desprenden las tres grandes partes de la Filosofía: Lógica, Filosofía Especulativa y Filosofía Moral
LA LÓGICA: que nos introduce en la Filosofía propiamente dicha y tiene por objeto el ser de razón que dirige nuestro espíritu a la verdad, es decir, estudia la estructura o el orden que deben guardar nuestros pensamientos. En un sentido etimológico, lógica es el tratado del logos, que un principio significó discurso, sin embargo para los griegos fue la palanca de la razón para entender el mundo, de donde se desprende el concepto de “ciencia del pensamiento racional”. Fue el genio Aristóteles (384-322 a.C.) el fundador de la Lógica, quien la entendió como un instrumento para el pensamiento filosófico.
LA FILOSOFÍA ESPECULATIVA, que tiene por objeto el ser de las cosas, el ser real; pertenecen a esta categoría ramas como la teoría del conocimiento y la Metafísica entre otras y equivale al conocimiento teórico del cual hace referencia Aristóteles que es equivalente a la teoría del ser susceptible de movimiento y de la sustancia íntimamente ligada a la materia
LA FILOSOFÍA PRÁCTICA O MORAL, que tiene por objeto los actos humanos y como tal le compete la reflexión sobre la convivencia moral y social del hombre y su interrelación con los demás seres del universo.
De esta gran división general de la Filosofía, se desprenden sus ramas, las cuales respectivamente se encargan de un problema específico. A continuación se desglosa, de una forma muy breve, los principales problemas de la Filosofía, con las respectivas ramas que los estudian:
El Problema del conocimiento: El conocimiento como problema, se lo ha planteado el hombre desde sus mismos orígenes, y tiene que ver directamente con las preguntas ¿Cómo es posible el conocimiento?, ¿Qué se entiende por sujeto y objeto del conocimiento?, ¿Conoce realmente el hombre la esencia de las cosas?. El problema se plantea explícitamente a finales del siglo V a. C. por un filósofo llamado GORGIAS, quien aporta tres grandes tesis con relación a éste problema:
1) Nada existe
2) Si existe algo no lo podemos conocer.
3) Si algo es conocible no lo podemos comunicar.
Estas tesis se exponen como una invitación a la reflexión y se han catalogado como dudas escépticas, por cuanto niegan la facultad cognitiva en el hombre.
Hacia el siglo XV, el filósofo francés, Rene Descartes, hizo otro gran aporte en la práctica del conocimiento, por lo menos en la exposición de las razones para dudar, sin embargo en su aporte, confunde dos cosas totalmente distintas a saber: el fondo o contenido del pensamiento y el pensamiento mismo, ya que para que haya un pensamiento ha de haber un sujeto pensante (COGITO ERGO SUM). En su aporte, Descartes cita tres tesis contra Gorgias:
1) Con toda certeza existe algo.
2) Con toda certeza podemos conocer algo de lo que existe.
3) Es igualmente evidente y cierto que podemos comunicar a los otros algo de lo que conocemos.
La proposición “existe algo”, posee prioridad respecto al “yo existo”, primeramente me dirijo a los objetos, aprehendo algo del mundo, con la mayor certeza que hay algo, y algo primeramente que está delante de mí; a pesar de que Descartes considera el Yo como principio universal de las verdades evidentes, en su aporte epistemológico, reconoce la existencia de la realidad externa del yo.
Desde el punto de vista filosófico, el conocimiento se puede clasificar en: Vulgar, emotivo y científico. El conocimiento vulgar se define como aquel que se posee a partir de la experiencia cotidiana del hombre; el emotivo, aunque puede ser vulgar, se diferencia de aquel, en que se centra en las manifestaciones de los sentimientos y emociones del hombre en general; el científico o filosófico, es el adquirido a partir de una indagación minuciosa sobre temas determinados.
Las ramas de la Filosofía que se encargan de estudiar el problema del conocimiento son: La Lógica (Matemática y Formal), La Epistemología y la Gnoseología o Teoría del Conocimiento.
El Problema del ser: Es el término filosófico que más variaciones tiene en su significado y por ende el de más difícil comprensión. En algunos casos se entiende como esencia; en otros como existencia; en algunas ocasiones como ente y otras como sustancia. Lo que sí se puede afirmar es que el problema del ser, ha sido y seguirá siendo el pilar de toda la filosofía, desde los mismos orígenes.
Para los antiguos griegos que lo designaban tw vn (TO ÓN), hacía referencia a todo aquello que designaba existencia; para los medievales se utilizaba para distinguir entre ser (ESSE) y ente (ENS); los árabes retomándolo de los antiguos griegos lo traducen en el sentido de la existencia.
Los primeros filósofos de la antigüedad en tratar el problema de forma explícita son Parménides y Heráclito, el primero lo entiende como una unidad indisoluble, eterna e inmutable “El ser es y el no ser no es “, mientras que para el segundo el ser se fundamentaba en la lucha de los contrarios, siendo éste mutable y perecedero. Al concepto de ser se liga otro concepto muy a fin, como es el concepto de la nada, que se ha de entender como la ausencia total de ser.
Es necesario tener presente, que el término se puede tomar como sustantivo, es decir no hace referencia al ser mismo (El ontos), y por el contrario, designa la existencia del ser concreto y particular. También, se debe diferenciar entre ente real y ente ideal, por ejemplo la nada es un ente ideal y una idea muy especial de la ausencia del ser real.
En el mundo real se puede distinguir tres aspectos diferentes del ente, que se dan en la práctica del pensamiento, ellos son: Las Sustancias (Hombres, piedras, árboles…), las cualidades (inteligente, alto, redondo…) y las relaciones (padre, hijo, mayor, menor…).
La rama que se encarga de estudiar el ser en cuanto ser es la ontología, llamada también Metafísica (según Andrónico de Rodas) y que Aristóteles denominó Filosofía primera. Otra rama de la filosofía que se puede encargar del problema del ser es la Teología y la filosofía de la ciencia.
El Problema de la naturaleza y la vida: Quizá uno de los problemas que encierra todo el origen de la reflexión filosófica, es el de comprender el misterio de la naturaleza y más que éste, explicar el origen de la vida. Es por eso que se considera la naturaleza como parte esencial de la filosofía, sin involucrar consideraciones científicas; al fin y al cabo los filósofos de una u otra forma han contribuido al discernimiento del gran misterio de la vida, es el caso por ejemplo de Aristóteles, quien en su PHYSICA expone tanto una ontología, como una física del objeto natural.
La idea naturaleza surge históricamente como respuesta humana a una situación determinada, el hombre encuentra en su entorno una realidad que le es presente de modo inmediato, ésta realidad irrumpe en su vida con un carácter corporal, fundado en la índole de su propio cuerpo; pero la interpretación surge como tal, tan pronto como el hombre hace suyas las experiencias; el más elemental trato con las cosas obliga al hombre a ejecutar operaciones que lo llevan a interpretar la realidad dada, que de hecho no es dada del todo, sino más bien solo ofrecida o propuesta. El hombre llega a la interpretación natural de la realidad que se encuentra, por que se propone hacer con ella algo determinado: La interpretación no es un puro rigor, es una construcción intelectual.
Hay un equívoco cuando se habla de la idea de la naturaleza, se puede tratar de dos cosas: La idea que yo tengo de naturaleza y la idea que es la naturaleza; es decir, ella misma es una idea, una realidad interpretada.
El método adecuado para comprender que es la naturaleza, es entender lo que va siendo en vista del programa vital con que el hombre se enfrenta en cada momento dentro de su contorno físico. Sólo se entiende el ser de la física, si se le ve como quehacer determinado a que se dedica el hombre en virtud de ese mismo proyecto vital, y que varía históricamente, en la medida que va cayendo en la cuenta de que la misión de la física no es averiguar lo que son las cosas, sino ejecutar criterios de ciertas operaciones técnicas y mentales.
Las ramas que se desprenden de la filosofía para estudiar el problema son: La cosmología, la física, la astronomía, la antropología; ramas que hoy en día se erigen como ciencias autónomas.
El Problema del hombre: El problema del hombre es el centro de toda la filosofía, ya que éste es su punto de partida. La filosofía estudia al hombre partiendo de dos interrogantes: ¿Qué es el hombre? y ¿Cuál es su esencia? El hombre es un ser único e irrepetible como persona; es un animal que tiene un organismo, y como tal tiene reflejos e instintos; es un animal singular que tiene su diferencia especifica, comparado con los demás animales biológicamente es débil de vista, olfato y oído; domina todo y todo lo destruye a partir de su razón; es singular por los atributos exclusivos que le son propios (crear técnicas, la tradición, el progreso, el pensamiento y la reflexión) y lo más importante de todo, es que posee un alma espiritual (los espíritus pueden ser: absolutos como Dios, puros como los ángeles y encarnados como el hombre). Es el alma quien asume todas las condiciones (intelectiva, vegetativa y sensitiva). Mediante sus facultades el hombre puede actuar; en el conocimiento el hombre puede dejarse informar de las formas de las cosas para luego abstraerlas. En el hombre podemos encontrar también la inmortalidad de su espíritu y que lo plantea la filosofía como un problema, pero que en la realidad es la religión quien da su respuesta.
El hombre como tal es estudiado por la antropología filosófica que a diferencia de otras ciencias, toma al hombre como objeto de su investigación, en el intento de aclarar y de establecer en cierto modo su ser es decir, los aspectos fundamentales de su esencia o naturaleza; estudia al hombre desde el punto de vista del hombre, para enunciar en que consiste el misterio del “ser hombre”. Partiendo del concepto hombre la antropología lo define como el ser para los demás, desde esta medida, surgen dos tendencias o corrientes filosóficas a saber: El individualismo, que considera que la sociedad no existe, existe sólo individuos y por lo tanto las leyes sociales son innecesarias; El Colectivismo que considera que la verdad es el todo, lo que existe es el conjunto, el hombre singular es una parte del todo que existe en un momento dado y luego deja de ser.
Al parecer vivimos un momento histórico en el que la humanidad se encuentra más madura para dar una respuesta más efectiva a los interrogantes fundamentales sobre el hombre, y es que en verdad nunca el hombre había tenido tan amplio y tan especifico desarrollo de las ciencias del conocimiento; sin embargo, después de experimentar tantas guerras mundiales, campos de exterminio, es poco factible ver el progreso científico y tecnológico con ingenua superficialidad como en el siglo pasado. Vivimos una época en que el hombre se ha convertido para sí mismo, radical y universalmente, en un ser problemático. Podremos decir entonces como Scheler:
“Ninguna época ha sabido conquistar tantos y tan variados conocimientos sobre el hombre como la nuestra… Sin embargo, ninguna época ha conocido al hombre tan poco como la nuestra. En ninguna época el hombre se ha hecho tan problemático como en la nuestra.”
Y es que hoy en día, más que nunca, en el problema del hombre se vive la frustración y la desilusión como resultado de la superficialidad de una vida de masa que se muestra poco inclinada a la reflexión, y en donde la muerte es el pan diario de la sociedad; siendo la muerte uno de los grandes enigmas que no ha podido descifrar el hombre, a pesar de todos sus adelantos científicos y tecnológicos.
Los Valores: En filosofía, se entiende por valor aquellos objetos cuya forma de realidad es el valer y no el ser; que están situados fuera del tiempo y del espacio, son independientes de un sujeto, inconmensurables, omnipresentes y absolutos; donde cada valor positivo tiene su correspondiente negativo, es lo que se conoce como la polaridad de los valores: belleza - fealdad, bondad, maldad…- Ellos además son susceptibles de jerarquización, por tal motivo, encontramos un sinnúmero de escalas valorativas que han sido dadas por los filósofos, una de ellas es la Scheler que los clasifica de menor a mayor, en: Valores útiles (lo conveniente), Valores vitales (lo sano), Valores lógicos (lo verdadero), Valores estéticos (lo bello), Valores éticos (lo bueno, lo justo) y Valores religiosos (lo santo).
La ciencia o rama de la filosofía que se encarga de estudiar los valores es la AXIOLOGÍA, fue iniciada por Lotze y Brentano y, continuada por Hartmann y Max Scheler. A lo largo de la historia el problema de los valores ha sido objeto de estudio de los filósofos, quienes antes de la Axiología habían creado la llamada Teoría de los Valores, cuya característica principal es que no sólo se usa el concepto, sino que se reflexiona sobre el mismo, es decir se procede a determinar la naturaleza y el carácter de él y, de los llamados juicios de valor. Esta inclinación filosófica es tan antigua, ya que los juicios de valores están contenidos en los juicios de existencia y en muchos casos, los últimos se fundamentaban en los primeros, vemos por ejemplo en Platón el caso del ser verdadero (las ideas), que posee la máxima dignidad, y decir que algo es y que algo vale, es decir aproximadamente lo mismo, lo que ha llevado a equiparar el no ser con la ausencia de valor, y establecer una escala ontológica paralela a la escala axiológica.
Junto a la Axiología, encontramos otras ramas que estudian el problema de los valores, ellas son: La Ética, la religión y la estética entre otras.
El Problema de Dios: El hombre tiene tres ideas fundamentales sobre Dios, la primera de carácter vulgar, en la cual Dios esta en todas partes, su existencia se da en la vida corriente. La teológica o religiosa en donde se destaca el carácter trascendente de Dios y su independencia respeto al hombre, Dios es el ser supremo; en esta tendencia no se admite cuestionamiento alguno de ese ser y subraya el valor de la fe como instrumento moral de beatitud. La filosofía destaca a Dios como esencia primera de las existencias, es causa primera y finalidad suprema.
Tradicionalmente ha existido una pugna de tipo intelectual entre las concepciones de Dios desde el punto de vista religioso o dogmático y el filosófico o racional. El trasfondo de las discusiones, es el de sí son compatibles la libertad humana y la omnipotencia de Dios, es decir, si ésta suprime a aquella o si la libertad humana es confirmada por la omnipotencia de Dios.
La Metafísica estudia al ser como tal, por eso su parte más elevada, que es como su coronamiento, se ocupa de aquel que es el mismo ser subsistente, esa parte de la metafísica se llama Teología Natural o Teodicea.

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