miércoles, 8 de diciembre de 2010

KANT Y EL IDEALISMO CRITICO ALEMÁN

En la filosofía moderna se da un viraje total en la temática ya que los filósofos de ésta época, no les interesa el problema ontológico planteado desde tiempos de Aristóteles hasta el medioevo. En la modernidad la atención se centra en el problema del conocimiento, enfocado desde el punto de vista del ¿cómo conozco yo el mundo externo­­?

Como vimos ya, el problema del conocimiento se trata a partir de la filosofía moderna bajo dos enfoques: el racionalismo y el empirismo. Donde los primeros consideraban como única fuente de conocimiento a la razón, mientras que la segunda consideraba la mente humana como una tabula rasa, la cual se va llenando por la constancia de la experiencia, siendo entonces los sentidos la única fuente del conocimiento. Frente a ésta oposición de concepciones surge una polémica, que ha de solucionar el filósofo alemán Immanuel Kant.

Kant, nace en Köenisberg, donde adelantó estudios de filosofía y ciencias; la mayoría de su vida la dedicó al magisterio. Dentro de su vida filosófica podemos identificar dos períodos, uno dogmático que dura aproximadamente treinta años y en el cual sigue fielmente las ideas de Leibniz y Wolf. El segundo es un período crítico en el que el mismo confiesa que la lectura de Hume lo despertó de su sueño dogmático. Como escritor, son muchas las obras de su autoría, pero las más destacadas son: La Critica de la Razón Pura y La Critica de la Razón Práctica.

La doctrina filosófica kantiana está construida bajo los fundamentos del SUBJETIVISMO y el CRITICISMO. El subjetivismo kantiano consiste en afirmar la supremacía del sujeto sobre el objeto en el proceso del conocimiento; el criticismo consiste en no aceptar el valor de las facultades cognitivas sin primero someterlo a una rigurosa crítica.

Kant unifica las dos corrientes que se disputaban la veracidad en el concepto de las fuentes del conocimiento, planteando el nuevo método del Criticismo. En la primera parte a la introducción de la Critica de la Razón Pura, Kant dice: “No se puede dudar que todos nuestros conocimientos comienzan con la experiencia”, según esto vemos que Kant acepta el postulado empirista de Locke de que el conocimiento parte de la experiencia, sin embargo, a dicho planteamiento agrega el filósofo: “...Todos nuestros conocimientos comienzan con la experiencia, todos sin embargo, no proceden de ella, pues bien podría suceder que nuestro conocimiento empírico fuera una composición de lo que recibimos por las impresiones y de lo que aplicamos por nuestra propia facultad de conocer”, con esto advierte Kant que en la razón del hombre hay conocimientos A priori, los cuales son independientes de la experiencia y provienen de la subjetividad.

Para Kant el conocimiento es posible en el hombre por que éste posee dos facultades: La Sensibilidad y El Entendimiento mediante las cuales, se llega a conocer las cosas del mundo externo. Claro esta que Kant también distingue otro tipo de conocimiento que es el SUPRA-OBJETIVO, el cual se obtiene mediante la Razón y tiene como objeto de estudio: Dios – Alma – Mundo.

Según lo anterior podemos afirmar que Kant, identifica tres facultades de conocimiento en el hombre: La Sensibilidad, El Entendimiento y La Razón, en donde la primera tiene como fundamento las experiencias sensibles, la segunda los juicios que se emiten sobre esa experiencia sensitiva, mientras que la tercera se fundamenta en conceptos a priori que no tienen experiencia real.

Uno de los puntos más importantes en Kant es su famosa Revolución Copernicana, según la cual, es el sujeto el que ordena las cosas del mundo externo, imponiéndole leyes y reglas; hasta antes de Kant la epistemología era de tipo objetivista, la cual se basaba en que el mundo externo se imponía al sujeto en el proceso del conocimiento.

El conocimiento del mundo externo por parte del sujeto, es posible mediante la interdependencia de las facultades de la sensibilidad y del entendimiento; mediante la sensibilidad el sujeto capta o percibe de forma general las cosas del mundo externo pero dicha percepción es desordenada siendo necesario pues la intervención del entendimiento el cual, mediante el uso de ciertas leyes organiza el caos que percibe la sensibilidad.

En su obra máxima de Kant La “Critica de la Razón Pura”, la cual parte de las afirmaciones:1) Todo conocimiento es una síntesis de una materia que Kant llama objetiva y de una forma subjetiva anterior a toda experiencia. 2) Ésta síntesis se verifica de una forma diferente en cada una de las facultades cognitivas (sentidos, entendimiento y razón). 3) Es necesario hacer una crítica previa a cada una de las facultades. Por ésta razón la obra se encuentra dividida en tres partes: Estética trascendental o crítica de la sensación; La Analítica trascendental o crítica del entendimiento; y la Dialéctica Trascendental o Crítica de la Razón; son llamadas trascendentales, porque el conocimiento que en ellas se estudia, no surge de la experiencia si no de formas a priori, que trascienden toda experiencia sensible. Veamos brevemente cada una de ellas.

ESTÉTICA TRASCENDENTAL: En ésta parte, Kant hace un estudio y critica del conocimiento sensible, por eso emplea el término estética, que viene del griego “estesis” que significa sensación. Aquí identificamos tres partes: La materia, La Forma y la Síntesis; donde la materia del conocimiento no es el objeto en sí, si no la impresión que causa en el sentido. La forma son las nociones o formas de espacio y tiempo que existen en nuestro entendimiento antes de toda experiencia, siendo el espacio la forma de la sensación externa y el tiempo la interna, por lo tanto toda impresión sensible aparece necesariamente dentro de las formas subjetivas de espacio y tiempo; la síntesis de la impresión sensible (materia) y de la forma de espacio o tiempo recibe el nombre de intuición, pero como las intuiciones se derivan de formas subjetivas, no podemos estar seguros si la realidad objetiva corresponda a ellas, siendo indispensable por lo tanto un examen detallado de éste conocimiento, permaneciendo desconocido el objeto.

LA ANALÍTICA TRASCENDENTAL: Es la crítica del conocimiento del entendimiento, donde encontramos también las mismas tres partes, siendo la materia las intuiciones sensibles vistas anteriormente, y la forma son las doce nociones a priori, que Kant denomina categorías y dentro de las cuales encontramos necesariamente nuestro juicio; la síntesis son entonces los doce juicios correspondientes.

De las categorías, tres son cuantitativas (unidad, pluralidad y totalidad), tres son cualitativas (afirmación, negación y limitación), tres son relativas es decir, designan tres tipos de relaciones diferentes (sustancia – accidente, causa – efecto y mutua acción); tres son modales, es decir designan el modo como el entendimiento ve la relación entre el sujeto y el predicado (posibilidad – imposibilidad, necesidad – contingencia y existencia – no existencia). De éstas doce categorías surgen nuestros juicios, en efecto ellos pueden ser: singulares, particulares o universales; afirmativos, negativos o limitativos (afirmación con negación); relativos (sustancia – accidente, causa – efecto o de mutua acción); modales (que designan: posibilidad – imposibilidad, necesidad – contingencia y existencia – no existencia). Según lo anterior todos nuestros juicios están incluidos dentro de éstas formas subjetivas y por lo tanto tampoco tiene valor objetivo.

Los Juicios: La base del subjetivismo kantiano esta dada en la concepción de los juicios, los cuales, hasta antes de Kant se dividían en dos clases: Analíticos y sintéticos, según que el predicado estuviera o no comprendido en la comprensión del sujeto, sea el caso por ejemplo, los analíticos son juicios a priori y universales donde el predicado se encuentra contenido en el sujeto ( el circulo es redondo ), los sintéticos son juicios a posteriori y particulares donde el predicado no se encuentra contenido en el sujeto ( el circulo es blanco ); ninguno de éstos juicios son adecuados para la ciencia ya que los primeros, aunque son universales no me dicen nada nuevo y los segundos aunque me dan una nueva información no son universales, y la ciencia trabaja con juicios universales pero son útiles en cuanto me brindan una nueva información. Por éste motivo Kant postula los Juicios “Sintéticos A priori”, los cuales por ser sintéticos agregan una nueva información al conocimiento y por ser a priori tienen el carácter de universalidad, carácter que no lo reciben de la experiencia (que es particular) sino de la estructura misma de nuestras facultades del entendimiento.

LA DIALÉCTICA TRASCENDENTAL: Es la critica del conocimiento de la razón, la materia son los doce juicios; la forma son las tres nuevas formas a priori: Dios, Mundo, Yo; la síntesis son las tres grandes ideas, de mundo, Dios y Yo, resumen de todos nuestros juicios. Pero como éstas ideas también provienen de formas a priori subjetivas, tampoco nos pueden brindar un conocimiento absoluto de la realidad.

En conclusión podemos decir, que tan sólo podemos conocer los fenómenos, sin poder profundizar más allá de los noúmenos o esencias de las cosas, y en últimas solemos caer siempre en antinomias o paradojas insolubles; esto sucede por la función dialéctica de nuestro espíritu, que por naturaleza tiende a unificar las cosas y en consecuencia ninguna de nuestras facultades cognitivas nos puede conducir al conocimiento de una realidad objetiva (escepticismo filosófico). Sin embargo es necesario reconocer que los aportes de Kant son fundamentales para el desarrollo de la epistemología moderna y el avance de la ciencia y la tecnología, basadas en una concepción subjetivista.

Los postulados kantianos tienen eco en una serie de filósofos que conforman la corriente del Idealismo crítico; entre esos filósofos destacamos a: Teófilo Fichte, Guillermo Federico Schelling y Guillermo Hegel.

El pensamiento de todos estos filósofos junto con el de Kant es fundamental para el inicio de la filosofía Contemporánea, ya que ésta se torna en crítica del conocimiento ¨EPISTEMOLOGÍA¨, siendo fundamental para el desarrollo de las ciencias y la tecnología. Sin embargo, no podemos desconocer que también encontramos otras corrientes filosóficas con enfoque romántico que siguen la misma línea antireligiosa.




sábado, 18 de septiembre de 2010

DEL POSITIVISMO A LA FILOSOFÍA DEL LENGUAJE Y LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA.

A finales del siglo XIX irrumpe en el campo de la filosofía el aporte de las naciones americanas y más propiamente de los E.E.U.U., que tiene gran influencia en la filosofía británica, desarrollándose una nueva forma de pensamiento; desarrollo que se presenta en primer término como una reacción contra el materialismo y el positivismo, recibiendo el nombre de pragmatismo (Pierce) en donde el pragmatismo pretende averiguar la significación de las palabras difíciles y concepciones abstractas, determinar las significaciones de conceptos intelectuales, para así lograr una claridad en las cuestiones Metafísicas eliminando los sinsentidos; sea el caso por ejemplo William James para quién cada palabra debe tener su valor efectivo, las teorías son instrumentos y no fundamentos y en donde la verdad es lo que resulta de la relación de las diversas partes de nuestra experiencia.
Dentro del contexto angloamericano surge también la tendencia denominada “PERSONALISMO”, la cual interpreta la realidad desde el punto de vista de la realidad y de la persona, afirmando así la existencia de un Dios y la libertad humana (B. Parker, Bowne, Mary Whiton Calkins, E. Sheffield, Brighman...). La ampliación del horizonte científico en el siglo XX, especialmente en lo que hace referencia a la matemáticas y la lógica (Frege, Russell y Hilbert) la física (Michelson, Einstein con su teoría de la relatividad y la física cuántica), la química, la Biología y la Cibernética como también la Sicología (Pavlov, Watson y Freud), van a generar cambios radicales en la concepción del mundo. Se da un auge entonces en el pensamiento marxista en sus diferentes tendencias e interpretaciones, al ser extendido los conceptos de historia de la producción social a la filosofía política y la filosofía de la historia, en la que cada actividad es sólo un momento de un proceso más amplio cuyo factor esencial es la economía (Lukácks, Bertholt Brecht).
Por otra parte en Italia resurge el kantismo representado por Piero Martinetti, encarnizado opositor del fascismo y quien convierte a la filosofía en una religión racional, a la par se da un renacimiento hegeliano (B. Croce). Y en Alemania la figura más representativa es Edmundo Husserl, quien se propone hacer de la filosofía una ciencia rigurosa, por medio del método fenomenológico; sus tesis influyen en el nacimiento del existencialismo en sus diversas interpretaciones (Max Scheler, Heidegger, K. Jaspers, K. Barth, Gabriel Marcel, Luis Lavelle, Jean Paul Sartre y Albert Camus).
Con Ortega y Gasset, se retomo nuevamente la filosofía del YO, que interactúa con el mundo: “Yo soy yo y mi circunstancia”, en donde el sujeto es una realidad concreta y viva a la cual todo se subordina, incluso la razón misma. Es a partir de 1925 cuando resurge nuevamente el positivismo, bajo la noción de Neopositivismo, caracterizado por un profunda tendencia antimetafísica, centralizada en los miembros del circulo de Viena, los cuales provenían de la ciencia o mostraban profundo interés por la lógica y por la metodología científica: (R. Carnap, L. Wittgenstein, Ch. Morris, Orman Quin, A. Ayer.
El encuentro del Neopositivismo con el pragmatismo de Dewey, genera una corriente de neoilustración, que entiende la razón en cuanto humana, concreta y creadora de instrumentos (Ciencias), para afirmar al hombre en el mundo (Karl Popper y Gaston Bachelard).
Otra de las corrientes de gran trascendencia en el siglo XX es el estructuralismo, creado por Ferdinand de Saussure, quien revoluciono el campo de la lingüística a partir del sistema de elementos que lo componen en su totalidad y no a partir de la palabra, es decir la manifestación material individual (Claude LeviStrauss, Jacques Lacan, Michel de Foucault, Piaget, Althuser...).
De ésta forma tan compleja y a su vez intrincada se desarrolla lentamente las dos últimas corrientes filosóficas posmodernistas como son la Filosofía del lenguaje, la cual considera que todo se reduce a un simple problema del lenguaje; y la filosofía de la ciencia, que plantea la rigurosidad y exactitud de la metodología de la Investigación Científica. Todo se centra en el gran anhelo del hombre por comprender de una mejor forma el universo y a partir del cual se desprenden las ciencias particulares.
2.3.1 Filosofía del Lenguaje: Las cuestiones relativas al problema del lenguaje han sido tratadas desde la misma antigüedad, y como lo afirma Cassirer: “El problema del lenguaje es en el fondo tan antiguo como la pregunta por el origen del ser y de la naturaleza”. Para esbozar una breve síntesis de ello, podemos decir que los presocráticos de algún modo equipararon lenguaje y razón, el lenguaje se consideraba como un momento del logos, en donde el universo podía hablar a través del hombre. Los sofistas por su parte lo examinaron desde el punto de vista tanto retórico como gramatical y humano, su centro de atención fue examinar hasta que punto los nombres del lenguaje son o no convencionales; ésta visión fue retomada posteriormente por Platón, quien en el Cratilo defiende la doctrina de que los nombres están naturalmente relacionados con las cosas. Aristóteles, introduce un nuevo elemento que es el concepto o noción, que bien puede entenderse como un concepto mental o como un concepto lógico; es a partir de Aristóteles que los problemas del lenguaje se complican al plantearse la relación entre expresión lingüística y concepto mental, en donde los problemas del lenguaje dejan de ser estrictamente gramaticales para tornarse en problemas lógicos.
Durante el medioevo, el problema del lenguaje fue tratado dentro de las investigaciones puramente lógicas, caso típico va a ser el problema de los universales, se ocuparon de la naturaleza y las formas del lenguaje como también de las significaciones. Es a partir de la edad moderna, que el problema del lenguaje se plantea no propiamente como una disciplina filosófica, pero si se inician los primeros pasos para esta. Durante el modernismo se presentan dos actitudes básicas hacia el lenguaje, la primera representada por los racionalistas, quienes visualizan el problema de los universales desde un enfoque realista; la segunda actitud, representada por los empiristas desde un enfoque nominalista, considerándolo como instrumento capital para el pensamiento, que es necesario ser sometido a una rigurosa crítica para no caer en las trampas o vicios, haciendo creer, que porque hay un término o una expresión en el lenguaje existe una realidad designada por dicho término.
El verdadero florecimiento de la filosofía del lenguaje se da propiamente en el siglo XX, en donde se ha llegado a considerar la crítica o análisis del lenguaje, como la ocupación central de la filosofía. Desde esta perspectiva se desarrollan: EL PRAGMATISMO, en donde el lenguaje es examinado como un instrumento, estas doctrinas se encuentran ligadas al intuicionismo (Bergson), se parte del hecho que sólo la intuición puede alcanzar el fondo de la realidad y el lenguaje se limita a capturar la realidad bajo forma de manipulación; EL EXISTENCIALISMO, el lenguaje aparece como lenguaje humano y como manifestación de la persona, aunque no se puede considerar propiamente como una corriente existencialista; POSITIVISMO LÓGICO Y ATOMISMO LÓGICO, la formalización de los lenguajes que desencadenan las doctrinas que se interesan por el análisis del lenguaje, como es el caso de la escuela de Oxford, que estudia el lenguaje desde el punto de vista de la teoría del símbolo y del simbolismo.
LUDWIG WITTGENSTEIN: (1889-1951), de origen austríaco Uno de los filósofos más influyentes del siglo XX, que analiza el lenguaje como problema central de la filosofía es Wittgenstein, reconocido en especial por su contribución al movimiento conocido como filosofía analítica, y para quien el lenguaje aparece primero como una especie de impedimento para conseguir el lenguaje ideal, en donde la estructura de l lenguaje corresponde a la de la realidad, noción que es abandonada por el filósofo, para postular la investigación del lenguaje, retomándolo como el tema capital de la filosofía, bajo la forma de una filosofía lingüística, entendida esta como un análisis conceptual o lingüístico, en donde se busca la clarificación lógica de las ideas, combatiéndose el hechizamiento de nuestra inteligencia por medio del lenguaje.
Precisamente en el Tractatus, Wittgenstein sostenía que el lenguaje se compone de proposiciones complejas que pueden ser analizadas en proposiciones más sencillas hasta llegar a una formulación simple o elemental. De modo similar, el mundo se compone de hechos complejos que pueden ser analizados en hechos menos complejos hasta llegar a los hechos simples, o atómicos. El mundo es la totalidad de esos hechos. Según la imagen de la teoría del significado de Wittgenstein, es la naturaleza lógica de las proposiciones elementales la que representa hechos atómicos o “situaciones”. Afirmaba que la naturaleza del lenguaje requiere proposiciones elementales, y su teoría del significado exige que haya hechos atómicos representados por proposiciones elementales. Sobre este análisis, sólo las proposiciones que representan hechos —las proposiciones de ciencia— son consideradas cognitivamente significativas. Las declaraciones éticas y metafísicas no son afirmaciones significativas ni relevantes. Esta teoría produjo un gran efecto sobre las teorías del positivismo, y los positivistas lógicos. Wittgenstein llegó a creer, no obstante, que la limitada visión del lenguaje reflejada en el Tractatus era errónea. En las Investigaciones filosóficas defendió que si uno investiga en el presente cómo se utiliza el lenguaje, la variedad de usos lingüísticos se vuelve clara. Las palabras son como herramientas, y como las herramientas sirven para diferentes funciones, así las expresiones lingüísticas cumplen diversas funciones. Aunque algunas preposiciones son utilizadas para representar hechos, otras son utilizadas para ordenar, interrogar, orar, agradecer, maldecir, y así sucesivamente. Este reconocimiento de la pluralidad y flexibilidad lingüísticas llevaron al concepto de Wittgenstein del juego del lenguaje y a la conclusión de que la gente interpreta diferentes juegos de lenguaje. El científico, por ejemplo, está inmerso en un juego lingüístico diferente del teólogo. Además, el significado de una proposición ha de ser comprendida en el ámbito de su contexto, esto es, en los términos de las reglas del juego del cual esa proposición es una parte. La llave para la solución de los rompecabezas filosóficos es el proceso terapéutico de examinar y describir el lenguaje en uso.
2.3.2 Filosofía de la Ciencia: Al hablar de filosofía y de ciencia surge el gran interrogante de cual es la relación directa que guardan estas dos disciplinas y la primera respuesta es que es de índole histórica, y es que la filosofía ha sido y seguirá siendo la madre de las ciencias, por cuanto que con ella nace el espíritu investigativo del hombre que se plantea el por qué de las cosas; históricamente la filosofía no sólo ha sido la madre de las ciencias sino la reina en todo instante, ya sea por conocer mediante el más alto grado de abstracción, ya sea por tratar el problema del ser en general o por tratar los supuestos de las ciencias; y es que la ciencia constituye uno de los objetos de la filosofía es por ello que hay una filosofía de la ciencia así como hay una filosofía de la religión, del arte...
La filosofía se ha de entender fundamentalmente como la teoría del conocimiento de las ciencias, y si las teorías científicas se sobreentienden como teorías de teorías, con mayor razón la filosofía puede ser considerada como una teoría de teorías de teorías. En últimas se puede afirmar que la filosofía de la ciencia en la actualidad se entiende como la disciplina bastante amplia, en donde los filósofos y los científicos no se han puesto de acuerdo en los temas. Algunos consideran que la filosofía de la ciencia es esencialmente el análisis del lenguaje (o lenguajes) de la ciencia (o de las ciencias), para otros es la ciencia que se encarga de escrutar críticamente todos los supuestos, tanto metodológicos como ontológicos, de las ciencias.En los últimos años se han generado dos corrientes dentro de la filosofía de la ciencia, una que se ha denominado filosofía analítica de la ciencia y la otra filosofía hermenéutica de la ciencia.

viernes, 23 de julio de 2010

EL EMPIRISMO INGLÉS

Surge en Inglaterra, como corriente filosófica que se ha desprendido de las ideas revolucionarias de los metodólogos y científicos como es el caso de F. Bacon y G. Galilei. Aunque está regida por el mismo fundamento filosófico, su interés no es de carácter científico sino más bien político. Al igual que el racionalismo, el Empirismo se puede considerar como una corriente epistemológica, la cual considera que la fuente del conocimiento es la experiencia sensible, de ahí su nombre de Empírica” Entre sus principales representantes encontramos a: Tomás Hobbes, John Locke, David Hume y George Berkeley.
Thomas Hobbes y el Mecanicismo Naturalista: (1588-1679), filósofo y teórico político inglés, cuyas teorías mecanicistas y naturalistas provocaron desconfianzas y polémicas en círculos políticos y eclesiásticos. Considerado el fundador del Empirismo. En 1642 escribió De Cive (Tratado del ciudadano), una exposición de su teoría sobre el gobierno. Su obra más conocida de Hobbes, Leviatán o la esencia, forma y poder de una comunidad eclesiástica y civil, constituye una exposición vigorosa de su doctrina de la soberanía. La filosofía de Hobbes representa una reacción contra la libertad de conciencia de la Reforma, que, según afirmaba, conducía a la anarquía. Supuestamente supuso la ruptura de la filosofía inglesa con el escolasticismo, y estableció las bases de la sociología científica moderna al tratar de aplicar a los seres humanos, como autores y materia de la sociedad, los principios de la ciencia física que gobiernan el mundo material. Hobbes elaboró su política y su ética desde una base naturalista: mantenía que las personas se temen unas a otras y por esta razón deben someterse a la supremacía absoluta del Estado tanto en cuestiones seculares como religiosas.
En su materialismo mecanicista, semejante al de Demócrito, creía que todos los seres de la naturaleza son cuerpos dotados de movimiento y energía mecánica, siendo partidario de un crudo sensismo en el que partiendo del Empirismo de Bacon enseñaba que todo conocimiento y toda actividad humana se reducen a sensaciones; también era partidario del Utilitarismo de Epicuro: “Es bueno lo agradable y falso lo desagradable” ; al igual que afirmaba que la sociedad no es natural al hombre, ya que el estado natural de éste es la crueldad y la violencia, a la cual se renunció al darse el pacto entre los hombres para poder vivir en paz, “Homo homini lupus est”.

John Locke:
Filósofo Inglés, considerado el padre del Empirismo ingles, debido a que fue el gran sistematizador y divulgador. Ataca de forma vehemente las ideas innatas cartesianas, afirmando que todas nuestras ideas proceden de los sentidos; al igual que los escolásticos acepta que el entendimiento es una “tabula rasa”, es decir un tablero limpio en el que nada se halla escrito. Acepta el principio de que “Nada hay en el entendimiento que no haya estado en el sentido, pero lo interpreta desde el punto de vista empirista de que nada hay en el entendimiento que supere al sentido es decir que la idea no es más que una sensación más elaborada. Considera que existen dos tipos de ideas: Las ideas Simples que se derivan de la experiencia, y las Compuestas que se forman por combinación de ideas simples. En cuanto al conocimiento, Locke distingue entre cualidades primarias y cualidades secundarias, donde las primarias son las percibidas por varios sentidos (extensión, fuerza, movimiento…) y las secundarias son las percibidas por cada uno de los sentidos (color, sonido, olor…).

Ensayo Sobre el Entendimiento Humano: Obra capital, de Locke, texto bastante extenso y redundante, que para un principiante suele ser monótono y aburridor, y para comprenderlo, es necesario tener presente que en su largo proceso de elaboración intervienen dos factores básicos, que nos permitirán comprender mejor su contenido. Par iniciar tengamos presente la advertencia que hace el mismo autor en la epístola al lector, donde el escrito es el fruto del ocio, de las horas libres y de la disposición espiritual; motivo por el cual el EEH fue escrito en grandes intervalos de tiempo por lo que cae en el error de la repetición. El segundo factor, y que tiene con la profesión misma del autor, es la formación médica que tuvo inicialmente y en donde, fue influenciado Syndehan Boyle, por lo que el libro al surgir del azar, no tuvo inicialmente una orientación filosófica.
El Ensayo sobre el Entendimiento Humano consta de tres partes a saber: Una epístola al lector, una introducción y cuatro libros. En el Libro primero desarrolla y ataca el tema de las ideas innatas de Descartes; en el segundo libro, desarrolla su teoría y clasificación de las ideas; el tercero, hace referencia a la estructura de las palabras; y en el cuarto y último libro, acerca del conocimiento y de la probabilidad.
Al analizar detalladamente el texto, encontramos que a Locke al establecer la relación entre ideas y conocimiento, se le presenta el lenguaje como problema, al cual le dedica gran parte de su reflexión, siendo además, pionero en un nuevo planteamiento filosófico, como va a ser el caso de la filosofía del Lenguaje o teoría semántica.

David Hume: (1711-1776), historiador y filósofo escocés, que influyó en el desarrollo del escepticismo y el empirismo, nació en Edimburgo, Lothian, el 7 de mayo de 1711. De 1734 a 1737 Hume estudió con apasionamiento los problemas de la filosofía especulativa, periodo durante el cual escribió su obra más importante, Tratado sobre la naturaleza humana (3 volúmenes, 1739-1740), que constituye la síntesis de su pensamiento. A pesar de su importancia, la obra fue ignorada por el público; por lo que sus obras posteriores fueron escritas bajo las formas más ligeras y populares en la época, ensayos y diálogos. Entre 1741-1742 escribió Ensayos morales y políticos (2 volúmenes), obteniendo un éxito inmediato, a pesar de ello no consiguió su nombramiento para la facultad de la Universidad de Edimburgo, tal vez porque, ya desde los inicios de su trabajo, se le consideraba un escéptico en asuntos religiosos. En el año de 1748 escribió Ensayos filosóficos sobre el entendimiento humano (más tarde llamados Investigación sobre el entendimiento humano), quizá su obra más conocida, siendo en la práctica un resumen de su Tratado.
Desde el punto de vista filosófico, recibió influencia del filósofo inglés John Locke y del obispo y filósofo irlandés George Berkeley. Tanto Hume como Berkeley diferenciaban entre la razón y los sentidos. Hume, sin embargo, fue más allá e intentó probar que la razón y los juicios racionales son tan sólo asociaciones habituales con diferentes sensaciones o experiencias.
Investigación Sobre el Conocimiento Humano: Con Hume se inicia propiamente el ataque y destrucción a las discusiones metafísicas; ideología que va a ser retomada mas tarde por el alemán Immanuel Kant. La base de la filosofía de Hume es el considerar todos los objetos de la razón e investigación humana, pueden dividirse en dos grupos: Relaciones de ideas y cuestiones de hecho.
A la primera clase pertenecen las ciencias de la geometría y las matemáticas, es decir, toda aquella información de carácter intuitivo o demostrativamente cierto. Son afirmaciones lógicamente evidentes, que no expresan ni describen ningún objeto del mundo real y son proposiciones que pueden descubrirse por la mera operación del pensamiento, independientemente de que exista o no en la realidad. De esto se deduce, que para Hume el campo del razonamiento y todas las ciencias que tienen que ver con el nada tienen que ver con la realidad.
La segunda clase, las cuestiones de hecho, que según la perspectiva de Hume, como principios no proporcionan un conocimiento alcanzado por razonamiento a priori, es decir fuera de la experiencia, sino que por el contrario hace referencia a un conocimiento obtenido a partir de la experiencia. Sin embargo, presentan un problema y es el de la relación causa-efecto, ya que los razonamientos a cerca de cuestiones de hecho parecen estar fundados en la relación de causa y efecto, lo cual le da al conocimiento empírico el carácter de particular y contingente, contradiciendo la universalidad y validez de la ciencia, ante lo cual, Hume plantea una salida y que consiste en relegar el principio de causalidad a un problema de tipo sicológico de asociacionismo (asociar juntas ideas de objetos y relacionarlos en la imaginación) según el cual la mente es conducida por habito a creer que una cosa sucederá después de la otra.
De esta forma, Hume dio un paso revolucionario en la historia de la filosofía rechazando la idea de causalidad, argumentando que “la razón nunca podrá mostrarnos la conexión entre un objeto y otro si no es ayudada por la experiencia y por la observación de su relación con situaciones del pasado.
Ahora bien, el rechazo de la causalidad implica un rechazo de las leyes científicas, que se basan en la premisa de que un hecho provoca otro de forma necesaria y, como resulta predecible, siempre lo hará; por lo tanto, según Hume, el conocimiento de los hechos es imposible. El escepticismo de Hume, lo llevó también a negar la existencia de la sustancia espiritual defendida por Berkeley y de la “sustancia material” defendida por Locke, llegando a ser más radical, Hume negó la existencia de una identidad del yo, argumentando que como las personas no tienen una percepción constante de sí mismas como entidades diferentes, no son más que “un conjunto o colección de diferentes percepciones”.
En cuanto a la dimensión ética de su pensamiento, Hume pensaba que los conceptos del bien y el mal no son racionales, sino que nacen de una preocupación por la felicidad propia. El supremo bien moral, según su punto de vista, es la benevolencia, un interés generoso por el bienestar general de la sociedad que Hume definía como la felicidad individual.

miércoles, 21 de julio de 2010

RENE DESCARTES Y EL RACIONALISMO FRANCÉS

RENE DESCARTES: Nació en La Haye (Francia), educado por los jesuitas y considerado por la mayoría de los críticos como el verdadero iniciador de la filosofía moderna, por sus aportes al pensamiento modernista y que conciernen específicamente a la filosofía kantiana, como es el caso, el de proponer como problema central de la filosofía el problema del conocimiento; el segundo punto de relevancia, es la introducción del concepto del Yo y con el la nueva concepción de una filosofía subjetivista.
Se destaco también por ser un gran matemático, creador del cálculo infinitesimal; escribió muchas obras tanto científicas como filosóficas, entre las que se destaca: “El Discurso del Método”, “Meditaciones sobre Metafísica” y El “Tratado sobre las Pasiones”.
Impulsado por el espíritu vehemente de establecer nuevos métodos científicos y filosóficos, diferentes de los ya conocidos, pretendió crear un nuevo método, basado en el método propio de las matemáticas, con el fin de darle a las cuestiones filosóficas una mayor certeza. Para lograr dicho objetivo y evitar el peligro de afirmaciones falsas, comenzó por dudar de todo y sobre ésta base negativa construyó todo su sistema filosófico por medio de deducciones sucesivas. Éste sistema filosófico cartesiano se conoce con el nombre de “Duda Metódica Universal.
La Duda Metódica Cartesiana: Descartes, movido por la idea de que en la Filosofía no hay cosa que no se haya discutido y que en consecuencia no sea dudosa, rechaza la opinión de todos los filósofos que lo precedieron; desecha también no sólo la información brindada por los sentidos sino también la de la razón y por ende los primeros principios que ella nos da a conocer, y el de la misma conciencia, aludiendo que en ellos cabe el error. Descartes extiende la duda metódica a todo, sin embargo descubre que hay algo de lo cual no puede dudar de que se duda y por ende tampoco puede dudar de su existencia; de ésta conclusión postula el famoso principio base de toda su filosofía: “Cogito Ergo Sum” (pienso luego existo). A éste principio lo cataloga como el principio de evidencia: “Lo que se ve en la idea clara y distinta de una cosa, se debe afirmar de ella.”
A partir del principio de evidencia deduce la existencia de Dios, retomando el argumento de san Anselmo, “En la idea de Dios vemos claramente la idea de existencia”, percibimos a Dios como un ser perfecto y la idea de perfección incluye la idea de existencia, sino fuera así no sería perfecto. De la existencia de Dios, deduce la veracidad de las facultades, pues sería impensable que Dios nos hubiera engañado dándonos facultades que nos llevan al error. Por lo tanto existe la certeza.
La base de todo su pensamiento aparece desarrollado en la obra “El Discurso del Método”, en la que desarrolla como tema central, el problema del método. Para su análisis, Descartes parte del Yo individual, enfocado como un problema epistemológico, es decir un problema del conocimiento; ya no se trata de una cuestión ontológica, en donde la filosofía se pregunta por la naturaleza del ser, sino por la naturaleza del conocimiento; se trata de investigar sobre nuestro modo de conocer, pero no se trata del conocimiento que tenemos de los objetos, sino de la forma que tenemos de conocerlos (como sujeto conocente).
EL Discurso del Método: Obra máxima, en donde Renato Descartes sintetiza su pensamiento. Consta de seis partes: En la primera Parte, elabora una breve síntesis autobiográfica, en la que cuenta su vida intelectual, y un examen de las ciencias; en la segunda parte enuncia las cuatro reglas del método; en la tercera, hace referencia a las reglas morales; en la cuarta, las pruebas de la existencia de Dios y del alma humana; en la quinta desarrolla las cuestiones físicas y, en la sexta, desarrolla las condiciones necesarias para la investigación.
Descartes quiso inyectarle a todas las cuestiones la mayor evidencia posible, para ello estableció cuatro reglas:
Regla de la evidencia: No aceptar como cierta ninguna verdad sin conocerla con plena evidencia.
Ley del análisis: Dividir las cuestiones en tantas partes como fueran convenientes para resolverlas, de esta forma se halla lo evidente.
Ley de la Síntesis: Ordenar los conocimientos comenzando por lo más sencillo hasta llegar a lo más complejo y así ascender en el conocimiento.
Ley del Control: Revisar y enumerar frecuentemente, para no omitir ningún punto de vista.
Descartes coincide con Bacón en que el mayor logro de la ciencia es el descubrimiento de las leyes generales, es como el vértice del triángulo, con la diferencia de que Bacón lo hace de una forma inductiva y Descartes de forma deductiva; asumiendo el quehacer matemático, como una ciencia universal, en la que aplica el método de la duda, como esquema que le sirvió para definir las reglas que le han de servir como instrumento para descubrir la verdad y dirigir la razón, según las cuatro reglas del método que lo conducen lógicamente a la evidencia intelectual, en donde lo claro es lo que se presenta de forma inmediata a la mente y lo distinto es lo que es per se.
La filosofía, le llevó a incursionar en los campos de la ciencia, las matemáticas, la geometría y la anatomía; elaborando explicaciones complejas y erróneas de diversos fenómenos físicos, explicaciones, que cobraron valor al sustituir los vagos conceptos espirituales de la mayoría de los autores clásicos por un sistema de interpretaciones mecánicas de los fenómenos físicos. Aunque al principio estuvo próximo a la teoría de Copérnico sobre el Universo, con su idea de un sistema de planetas giratorios moviéndose alrededor del Sol, renunció a esta teoría cuando fue considerada herética por la Iglesia católica, y en su lugar ideó la doctrina de los vórtices o torbellinos de materia etérea, en la que el espacio estaba pleno de materia, en diversos estados, girando sobre el Sol.
En el campo de la fisiología, sostuvo que parte de la sangre era un fluido misterioso, al que llamó espíritu animal. Creía que el espíritu animal entraba en contacto con la sustancia pensante en el cerebro y fluía a lo largo de los canales de los nervios para animar los músculos y otras partes del cuerpo. Creía también firmemente en la existencia del alma humana, la cual según él, debía residir en la silla turca.
Los estudios que realizó sobre óptica le llevaron al descubrimiento de la ley fundamental de la reflexión; el ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión. Siendo su ensayo sobre óptica el primero que publicó una exposición de esta ley. Estos estudios de Descartes, prepararon el terreno para la teoría ondulatoria de la luz.
La contribución más notable que hizo Descartes a las matemáticas fue la sistematización de la geometría analítica. Fue el primer matemático que intentó clasificar las curvas conforme al tipo de ecuaciones que las producen, y contribuyó también a la elaboración de la teoría de las ecuaciones. Descartes fue el responsable de la utilización de las últimas letras del alfabeto para designar las cantidades desconocidas y las primeras letras para las conocidas. También inventó el método de los exponentes (como en x2) para indicar las potencias de los números. Además, formuló la regla, conocida como la ley cartesiana de los signos, para descifrar el número de raíces negativas y positivas de cualquier ecuación algebraica
Por último podemos decir que con Descartes surge de forma explícita la Epistemología como tal, la cual centra su punto de vista en el conocimiento racional y perfecto; él consideraba que la fuente del conocimiento se hallaba en la razón. Los postulados cartesianos encontraron eco en otros filósofos posteriores, con los cuales se desarrolla la Corriente Racionalista Idealista; entre esos filósofos destacamos a: Nicolás Malebranche, Baruch Espinosa y Godofredo Leibniz.

lunes, 19 de julio de 2010

GRANDES CORRIENTES DE LA FILOSOFÍA MODERNA

La revolución que se gesto en el renacimiento, conlleva lógicamente a una serie de cambios en el modo como los hombres concebían, siendo inherente a ello una critica a las ideas. De esta forma las sólidas estructuras medievales pierden su fundamento, ya la razón no se presenta como una servidora de la teología (sin razón), el planteamiento ahora es otro, la razón cumple el papel de guía del conocimiento natural, la razón no se pierde en la penumbra de la metafísica y la naturaleza abre sus secretos al hombre, surgiendo así, una filosofía natural.
Se da un giro vertiginoso de 180° grados, ya el interés no es el ser ni Dios, lo que preocupa, son el sujeto y la naturaleza. Aparece entonces dos formas de plantear la filosofía, cada una con identidad propia, una filosofía de la subjetividad y una filosofía natural; de la primera se desprenden dos caminos: El racionalismo y el empirismo; mientras que de la segunda surgen Galileo, Kepler y Newton con la explosión de las ideas científicas, fundamentadas en el papel que comenzó a ocupar el espíritu geométrico en el conocimiento de la naturaleza.
surgen las nuevas visiones científicas sobre el universo. Los cambios en el pensamiento modernista van a estar enmarcados básicamente por el anhelo vehemente de establecer nuevos métodos científicos y filosóficos, diferentes de los ya conocidos. El empirismo encabezado por Francis Bacon, se desarrolló en Inglaterra, mientras que el racionalismo, liderado por Rene Descartes, floreció en Francia.
Bacon partiendo del amor por las ciencias naturales y la experimentación, llevó a la filosofía por los caminos del Empirismo y el sensualismo. Descartes por su parte partiendo del amor por las matemáticas y los conocimientos exactos la llevo por los caminos del idealismo y el racionalismo. En cada una de las corrientes encontramos filósofos distinguidos: en el Empirismo se destacan Tomas Hobbes, John Locke, George Berckeley y David Hume; En El Racionalismo: Malebranche, Leibniz, Pascal y Espinosa.
Características de La Época: Entre los siglos XV y XVIII se presenta el derrocamiento de la formación social feudal y como consecuencia de ello surge con todas sus manifestaciones la formación social capitalista; la transformación se presenta a nivel del campo, la industria y el comercio; revolución que conlleva al hombre a cambiar el modo de concebir el mundo; movimiento que se gesta desde el mismo instante en que se inaugura el renacimiento y que tuvo sus raíces a partir de las revoluciones sucesivas de Copérnico, Galileo, Newton y otros. El hombre redescubre el universo que le rodea, lo ve como una Naturaleza Nueva. Con el advenimiento de la filosofía subjetiva, el planteamiento filosófico se torna de carácter epistémico, es decir todo gira alrededor del problema del conocimiento, Dios ha pasado a un segundo plano la visión fatalista y titiritera es cambiada por una de corte más humano y relojera.
Con el nuevo interés filosófico, la contemplación por sí misma pasa a un segundo plano, ya no se concibe la especulación sino es en función de su relación con la naturaleza. Francis Bacon y Rene Descartes surgen como grandes descubridores de: La observación directa de la naturaleza, y el desplazamiento de la autoridad tradicional como criterio de verdad por la subjetividad. Y son ellos mismos quienes construyen como instrumento de conocimiento el MÉTODO sin antes, dirigir sus críticas al conocimiento dado por la tradición.
Ahora bien surgen como interrogantes, el por qué surge en Inglaterra una filosofía de corte empírista y en la Europa continental un racionalismo de corte científico y epistemológico en Francia, y aún más uno de corte ético y moral en Alemania. Para responder estos interrogantes es necesario determinar las condiciones históricas que determinaron el nivel de desarrollo de cada sociedad.
En Inglaterra la burguesía evolucionó rápidamente y detentó no sólo el poder económico sino el político también (parlamento). Esta incipiente burguesía choca con una nobleza que había desarrollado una gran actividad económica y que opondría una fuerte resistencia al desplazamiento total del poder, por lo que el conflicto culmina con una especie de alianza. Tenemos entonces, que el pensamiento inglés es de carácter sensualista y empírista en la medida en que la burguesía aceptó la realidad que la rodeaba; resultaba más práctico desarrollar la actividad económica que centrarse en una lucha política, que para nada los favorecía en un posible desarrollo.
Por el contrario en Francia, la burguesía después de ciertas alianzas tácticas con la monarquía, terminó eliminando el sistema feudal, con todos sus vestigios de nobleza. La revolución francesa de 1789, es el triunfo definitivo del tercer estado y su advenimiento al poder. El pensamiento se preocupó por la verdad teorética, por la epistemología y las matemáticas; es un intento desesperado de explicarse todo a partir de la razón.
Los Alemanes por su parte permanecen en una especulación teórica, en efecto ellos pensaban en la libertad como ideal, pero el conjunto de la sociedad no luchaba por ella; la preocupación de los filósofos alemanes se orientó hacia las categorías relacionadas con la ética, se preocupaban por las leyes morales como producto de la voluntad y de la autonomía del hombre.
Francis Bacon y el Método Científico: Antes que nada es necesario tener presente que a Bacon no es posible calificarlo de filósofo como lo fue Descartes, ni de científico como lo fue Galileo; ante todo él es un metodólogo, quizás el primero que planteo de forma sistemática una metodología de la investigación científica. Su mayor anhelo era escribir Instaurata Magna (La Gran Restauración), proyecto dividido en seis obras, de las cuales escribe solamente dos, la primera publicada en 1605 y título El avance del Saber y que se divide en dos partes: Alabanza de los Saberes y Clasificación de los Saberes; y su obra máxima, el NOVUM ORGANON en el cual propone un nuevo instrumento útil para interpretar la naturaleza, y en el que combate el Organum (lógica) aristotélico que se fundamentaba en el razonamiento deductivo y más propiamente en el silogístico que nada nuevo agrega al conocimiento y por lo tanto no permite una interpretación de la naturaleza.
Las otras dos partes de la Gran Restauración, que Bacon no logró terminar fueron: La Historia Natural y La Escala del Intelecto. Sin embargo, hacia el año de 1625 una de las tres utopías mas famosas de la historia, de carácter científico y que título la Nueva Atlántida (las otras dos utopías son: La ciudad del sol de Campanella y Utopía de Tomás Moro). En el año de 1626, muere a raíz de resfriado, sin poder terminar sus proyectos.
El Organum de Bacon consta de dos partes escritas en forma aforística; la primera que se conoce con el nombre de Pars Destruens, hace una profunda critica a la tradición, insistiendo en la inutilidad de la ciencia y la esterilidad de la lógica deductiva, exponiendo por lo tanto la necesidad de un método; ésta idea, la desarrolla Bacon a través de su famosa teoría de los ídolos. La otra parte del Organum conocida con el nombre Pars Preparans, expone y edifica arquitectónicamente el método inductivo (propio de las ciencias).

El Problema de los Idolos: Al plantear el problema del comienzo del conocimiento científico en términos de mera observación, se encuentra de inmediato con una serie de obstáculos que Bacon denomina Idolos los cuales son como una especie de prejuicios, que además de los ya anotados de la filosofía, intervendrían en el conocimiento de la realidad, prejuzgando el sentido de ella y obstaculizando una observación pura de sus fenómenos y sus leyes. Según Bacon existen cuatro tipos de ídolos que intervienen en el conocimiento, a saber: de la tribu, de la caverna, del teatro y del foro.
Los Idolos de la Tribu: Son los ídolos del género humano en cuanto se piensa que el hombre es la medida de todas las cosas, siendo por el contrario el entendimiento humano el que deforma, en cierto modo, las impresiones fieles que deberíamos tener a través de los sentidos. Se señala aquí la pertenencia del hombre a cierta tradición social y cultural que de una u otra forma determina el sentido de su conocimiento y que no son más que prejuicios, dogmatismos e ideologías preconcebidas afectan la observación pura y objetiva.
Los Ídolos de la Caverna: Son los ídolos de la individualidad; además de su pertenencia a la especie humana, el científico es una individualidad en sí con su historia personal, sus inclinaciones y su sensibilidad propia. La propia subjetividad interviene también en el conocimiento, contaminándolo con elementos que no proceden de la observación de la realidad. Bacon antecede lo que más tarde va a ser la problemática del sicoanálisis.
Los Ídolos del Foro: Son los más problemáticos por estar relacionados con el lenguaje. Allí nos encontramos en comunicación y mediante ella designamos los objetos por nombres que corresponden más a su uso tradicional y vulgar que a lo que son las cosas realmente. En la interrelación con los demás (mediante el lenguaje) las cosas no son lo que la realidad son, sino como dicen que son. Aquí se plantea de nuevo un problema epistemológico definitivo: el lenguaje y la comunicación como mediaciones necesarias del conocimiento.
Los Ídolos del Teatro: Son los ídolos culturales en general y en particular, los diversos sistemas filosóficos. Se trata aquí de los prejuicios sustentados por falsas concepciones del mundo e interpretaciones de la realidad que se presentan como sistemas de conocimiento cosmovisiones, etc.; y es que ciertamente una concepción acrítica de la cultura significa estar como en un teatro y concebir la vida como una mera representación.
Una vez planteada la necesidad de abandonar la metafísica y de criticar los ídolos para poder obtener un conocimiento objetivo de la realidad, Bacon propone la metodología del conocimiento científico (Inducción). Donde el término método significa camino, se trata por lo tanto de encontrar e camino que nos lleve al verdadero conocimiento de la realidad; ese camino debe empezar por la observación de los fenómenos de la realidad la cual es pasiva y receptiva en donde el objeto se ofrece al conocimiento como un conjunto estático de datos observables.
Junto a Francis Bacon, encontramos al científico italiano Galileo Galilei como los grandes creadores del nuevo método científico de la Inducción, perfeccionado siglos más tarde por el inglés Stuart Mill, y donde las ciencias alcanzaron notables progresos, que incluso han llevado al hombre a los grandes adelantos científicos y tecnológicos que hoy en día conocemos.

JOHANNES KEPLER Y LA ASTRONOMÍA MODERNA

Johannes Kepler : (1571-1630), astrónomo y filósofo alemán, nació el 27 de diciembre de 1571, en Weil der Stadt, en Württemberg,, estudió teología y clásicas en la Universidad de Tübingen. Kepler aceptó inmediatamente la teoría copernicana al creer que la simplicidad de su ordenamiento planetario tenía que haber sido el plan de Dios. En 1594, cuando Kepler dejó Tübingen y marchó a Graz (Austria), elaboró una hipótesis geométrica compleja para explicar las distancias entre las órbitas planetarias —órbitas que se consideraban circulares erróneamente. (Posteriormente, Kepler dedujo que las órbitas de los planetas son elípticas; sin embargo, estos primeros cálculos sólo coinciden en un 5% con la realidad.) Kepler planteó que el Sol ejerce una fuerza que disminuye de forma inversamente proporcional a la distancia e impulsa a los planetas alrededor de sus órbitas. Publicó sus teorías en un tratado titulado Mysterium Cosmographicum en 1596. Fue profesor de astronomía y matemáticas en la Universidad de Graz desde 1594 hasta 1600, cuando se convirtió en ayudante del astrónomo danés Tycho Brahe en su observatorio de Praga. A la muerte de Brahe en 1601, Kepler asumió su cargo como matemático imperial y astrónomo de la corte del emperador Rodolfo II. Una de sus obras más importantes durante este periodo fue Astronomía nova (1609), la gran culminación de sus cuidadosos esfuerzos para calcular la órbita de Marte. Este tratado contiene la exposición de dos de las llamadas leyes de Kepler sobre el movimiento planetario. Según la primera ley, los planetas giran en órbitas elípticas con el Sol en un foco. La segunda, o regla del área, afirma que una línea imaginaria desde el Sol a un planeta recorre áreas iguales de una elipse durante intervalos iguales de tiempo. En otras palabras, un planeta girará con mayor velocidad cuanto más cerca se encuentre del Sol.
Mientras vivía en Linz, publicó su Harmonices mundi, Libri (1619), cuya sección final contiene otro descubrimiento sobre el movimiento planetario (tercera ley): la relación del cubo de la distancia media (o promedio) de un planeta al Sol y el cuadrado del periodo de revolución del planeta es una constante y es la misma para todos los planetas. Hacia la misma época publicó un libro, Epitome astronomiae copernicanae (1618-1621), que reúne todos los descubrimientos de Kepler en un solo tomo. Igualmente importante fue el primer libro de texto de astronomía basado en los principios copernicanos, y durante las tres décadas siguientes tuvo una influencia capital convirtiendo a muchos astrónomos al copernicanismo kepleriano.

NICOLAS COPERNICO Y LA NUEVA VISIÓN DEL UNIVERSO

Nicolás Copérnico: (1473-1543), astrónomo polaco, nació el 19 de febrero de 1473 en la ciudad de Thorn. Conocido por su teoría según la cual el Sol se encontraba en el centro del Universo y la Tierra, que giraba una vez al día sobre su eje, completaba cada año una vuelta alrededor de él. Este sistema recibió el nombre de heliocéntrico. En 1500, Copérnico se doctoró en astronomía en Roma. Al año siguiente obtuvo permiso para estudiar medicina en Padua (la universidad donde dio clases Galileo). Sin haber acabado sus estudios de medicina, se licenció en derecho canónico en la Universidad de Ferrara en 1503 y regresó a Polonia.

Entre sus obras podemos destacar: un breve tratado de astronomía, De hypothesibus motuum coelestium a se constitutis commentariolus (más conocido como el Commentariolus), que no se publicaría hasta el siglo XIX, y en la sentó las bases de su nueva astronomía de concepción heliocéntrica. En 1512, Copérnico tomó parte en la comisión del quinto Concilio Laterano para la reforma del calendario (1515); escribió un tratado sobre el dinero (1517) y empezó a trabajar en su obra principal, De revolutionibus orbium caelestium (Sobre las revoluciones de los cuerpos celestes), que culminó en 1530 y fue publicada el 24 de mayo de 1543, poco antes de su muerte, por un editor luterano en Nuremberg, Alemania.
La cosmología anterior a la teoría de Copérnico postulaba un universo geocéntrico en el que la Tierra se encontraba estática en el centro del mismo, rodeada de esferas que giraban a su alrededor. Dentro de estas esferas se encontraban (ordenados de dentro hacia afuera): la Luna, Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter, Saturno y, finalmente, la esfera exterior en la que estaban las llamadas estrellas fijas. Se pensaba que esta esfera exterior fluctuaba lentamente y producía el efecto de los equinoccios.
En la antigüedad era difícil de explicar por cosmólogos y filósofos el movimiento aparentemente retrógrado de Marte, Júpiter y Saturno. En ocasiones, el movimiento de estos planetas en el cielo parecía detenerse, comenzando a moverse después en sentido contrario. Para poder explicar este fenómeno, los cosmólogos medievales pensaron que los planetas giraban en un círculo que llamaban epiciclo, y el centro de cada epiciclo giraba alrededor de la Tierra, trazando lo que denominaban una trayectoria deferente (Tolomeo). La teoría de Copérnico establecía que la Tierra giraba sobre sí misma una vez al día, y que una vez al año daba una vuelta completa alrededor del Sol. Además afirmaba que la Tierra, en su movimiento rotatorio, se inclinaba sobre su eje (como un trompo). Sin embargo, aún mantenía algunos principios de la antigua cosmología, como era la idea de las esferas dentro de las cuales se encontraban los planetas y la esfera exterior donde estaban inmóviles las estrellas. La nueva teoría heliocéntrica tenía la ventaja de poder explicar los cambios diarios y anuales del Sol y las estrellas, así como el aparente movimiento retrógrado de Marte, Júpiter y Saturno, y la razón por la que Venus y Mercurio nunca se alejaban más allá de una distancia determinada del Sol. Esta teoría también sostenía que la esfera exterior de las estrellas fijas era estacionaria.
Entre 1543 y 1600 Copérnico contó con muy pocos seguidores. Fue objeto de numerosas críticas, en especial de la Iglesia, por negar que la Tierra fuera el centro del Universo. La mayoría de sus seguidores servían a la corte de reyes, príncipes y emperadores. Los más importantes fueron Galileo y el astrónomo alemán Johannes Kepler, que a menudo discutían sobre sus respectivas interpretaciones de la teoría de Copérnico. El astrónomo danés Tycho Brahe llegó, en 1588, a una posición intermedia, según la cual la Tierra permanecía estática y el resto de los planetas giraban alrededor del Sol, que a su vez giraba también alrededor de la Tierra.
Con posterioridad a la supresión de la teoría de Copérnico, tras el juicio eclesiástico a Galileo en 1633, que lo condenó por corroborar su teoría, algunos filósofos jesuitas la siguieron en secreto. Otros adoptaron el modelo geocéntrico y heliocéntrico de Brahe. En el siglo XVII, con el auge de las teorías de Isaac Newton sobre la fuerza de la gravedad, la mayoría de los pensadores en Gran Bretaña, Francia, Países Bajos y Dinamarca aceptaron a Copérnico. Los filósofos puros de otros países de Europa mantuvieron duras posturas contra él durante otro siglo más.

GALILEO GLILEI Y EL INICIO DE LA CIENCIA

Galileo Galilei y el Inicio de la Ciencia: (1564-1642), físico y astrónomo italiano que, junto con el astrónomo alemán Johannes Kepler, dieron inicio a la revolución científica. Su principal contribución a la astronomía fue el uso del telescopio para la observación y descubrimiento de las manchas solares, valles y montañas lunares, los cuatro satélites mayores de Júpiter y las fases de Venus. En el campo de la física descubrió las leyes que rigen la caída de los cuerpos y el movimiento de los proyectiles.
Estudió con los monjes en Vallombroso y en 1581 entró en la Universidad de Pisa para estudiar medicina. Al poco tiempo cambió sus estudios por la filosofía y las matemáticas, abandonando la universidad en 1585. En 1589 trabajó como profesor de matemáticas en Pisa, donde se dice que demostró ante sus alumnos el error de Aristóteles, que afirmaba que la velocidad de caída de los cuerpos era proporcional a su peso, dejando caer desde la Torre inclinada de esta ciudad dos objetos de pesos diferentes. En 1592 no le renovaron su contrato, posiblemente por oponerse a la filosofía aristotélica. Ese mismo año fue admitido en la cátedra de matemáticas de la Universidad de Padua, donde permaneció hasta 1610. Allí, inventó un 'compás' de cálculo que resolvía problemas prácticos de matemáticas. De la física especulativa pasó a dedicarse a las mediciones precisas, descubrió las leyes de la caída de los cuerpos y de la trayectoria parabólica de los proyectiles, estudió el movimiento del péndulo e investigó la mecánica y la resistencia de los materiales. Apenas mostraba interés por la astronomía, aunque a partir de 1595 se inclinó por la teoría de Copérnico, que sostenía que la Tierra giraba alrededor del Sol desechando el modelo de Aristóteles y Tolomeo en el que los planetas giraban alrededor de una Tierra estacionaria. Solamente la concepción de Copérnico apoyaba la teoría de las mareas de Galileo, que se basaba en el movimiento de la Tierra. En agosto del año de 1609 presentó al duque de Venecia un telescopio de una potencia similar a los modernos prismáticos binoculares.
En diciembre de 1609 Galileo había construido un telescopio de veinte aumentos, con el que descubrió montañas y cráteres en la Luna. También observó que la Vía Láctea estaba compuesta por estrellas y descubrió los cuatro satélites mayores de Júpiter. En marzo de 1610 publicó estos descubrimientos en El mensajero de los astros. Su fama le llevó a servir como matemático en la corte de Florencia, donde quedó libre de sus responsabilidades académicas y pudo dedicarse a investigar y escribir. En diciembre de 1610 pudo observar las fases de Venus, que contradecían a la astronomía de Tolomeo y confirmaban su aceptación de las teorías de Copérnico.
En el año de1612 publicó un libro sobre cuerpos en flotación. Como respuesta, inmediatamente aparecieron cuatro publicaciones que atacaban a Galileo y rechazaban su física. En 1613 escribió un tratado sobre las manchas solares y anticipó la supremacía de la teoría de Copérnico. En su ausencia, un profesor de Pisa les dijo a la familia de los Médicis (que gobernaban Florencia y mantenían a Galileo) que la creencia de que la Tierra se movía constituía una herejía, y en 1614 un cura florentino denunció desde el púlpito a Galileo y a sus seguidores, a lo cual escribió una extensa carta abierta sobre la irrelevancia de los pasajes bíblicos en los razonamientos científicos, sosteniendo que la interpretación de la Biblia debería ir adaptándose a los nuevos conocimientos y que ninguna posición científica debería convertirse en artículo de fe de la Iglesia católica.
Su última obra, Consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos ciencias nuevas, publicada en Leiden en 1638, revisa y afina sus primeros estudios sobre el movimiento y los principios de la mecánica en general. Este libro abrió el camino que llevó a Newton a formular la ley de la gravitación universal, que armonizó las leyes de Kepler sobre los planetas con las matemáticas y la física de Galileo. Antes de la publicación de esta obra, Galileo se quedó ciego y murió el 8 de enero de 1642 en Arcetri, cerca de Florencia.

EL RENACIMIENTO Y EL HUMANISMO

DEL TEOCENTRISMO CERRADO A LA REVOLUCIÓN CIENTIFICA
La Filosofía Moderna surge como una reacción contra la especulación metafísica y teológica pregonada durante el medioevo. Frente al descontento que ha generado las extravagancias religiosas el hombre se cansa de centrar sus estudios en los aspectos teológicos, deja de lado el cerrado teocentrismo y vuelva sus ojos hacia el mismo, descubriendo que el universo que le había mostrado hasta ahora la Iglesia no era tan reducido ni mucho menos geocéntrico y que por el contrario, era tan inmenso y de carácter heliocéntrico.
El inconformismo del hombre medieval, lo lleva al desprecio por las tradiciones metafísicas, teológicas y religiosas planteadas por la Iglesia, y en su afán de buscar nuevos horizontes, centra su atención en todos aquellos escritores que habían sido prohibidos por la santa madre iglesia; surgiendo así el humanismo y el renacimiento.
El Renacimiento: Durante éste periodo de la historia, en el que se marca una etapa de transición entre el medioevo y el modernismo propiamente dicho, caracterizado por un renovado interés por el pasado grecorromano clásico y especialmente hacia los ideales de la antigüedad clásica en todos los campos de la cultura y del arte. Comenzó en Italia en el siglo XIV y se difundió por el resto de Europa durante los siglos XV y XVI., aunados a un cambio de actitud en el erudito y a una vuelta a la cultura pagana. El Renacimiento inicia hacia el año de 1453, cuando la ciudad de Constantinopla cae bajo el yugo de los turcos, y en donde se da una transformación en la escala de valores propia del período medieval, en la cual se encontraba en primer lugar Dios y en último el ser humano, que convierte la jerarquía de las cosas centrando su atención en el hombre. Se le suma además una hiper-valoración de las obras humanas y una confianza desmedida en el talento y la inteligencia como armas para enfrentar las arduas dificultades. Ahora bien es necesario tener en cuenta que el espíritu de ésta época es más el de un renacer en las artes y en la literatura, que en la filosofía y la ciencia.
Durante este período encontramos desarrollada la grandeza del hombre, que había sido reprimida por la tradición escolástica, ya fuera en la magnitud de su talento, en su capacidad para realizar obras admirables, en la belleza y armonía de las construcciones arquitectónicas, en la sublime expresión de la pintura o la escultura, en el ingenio de los inventos mecánicos, en el desarrollo de las ciencias o en la creatividad literaria (Manetti). La gran labor renacentista fue la destrucción de la síntesis aristotélica pregonada por la tradición escolástica. A pesar de que Dios pasa a un segundo plano del interés social y cognoscitivo es menester aclarar que sin embargo el hombre renacentista no lo excluye totalmente de su cotidianidad, durante éste período se cambia la concepción titiritesca de Dios por la de un Dios Relojero (artífice y creador del universo, que le otorga su completa libertad). Se concibe al hombre como el centro de la creación divina y como tal goza de completa libertad para transformar el universo, y más que transformarlo descubrirlo e interpretarlo.
En este periodo, la fragmentaria sociedad feudal de la edad media, caracterizada por una economía básicamente agrícola y una vida cultural e intelectual dominada por la Iglesia, se transformó en una sociedad dominada progresivamente por instituciones políticas centralizadas, con una economía urbana y mercantil, en la que se desarrolló el mecenazgo de la educación, de las artes y de la música. Entre los principales representantes de este movimiento encontramos: Giovanni Pico della Mirándola, Nicolás de Cusa, Giordano Bruno, Nicolás Copérnico, Galileo Galilei y Leonardo Da Vincí entre otros.
El Humanismo: Desde el punto de vista filosófico, hablamos de la actitud que hace hincapié en la dignidad y el valor de la persona, en el que se toma como uno de los principios básicos, el que las personas son seres racionales que poseen en sí mismas capacidad para hallar la verdad y practicar el bien. Normalmente, se usa el término para describir el movimiento literario y cultural que se extendió por Europa durante los siglos XIV y XV, a la par con el renacimiento, con la diferencia que el humanismo hace referencia principalmente al aspecto literario del renacimiento, basado en el estudio profundo y cariñoso de los autores clásicos grecolatinos.
Como movimiento se quiso volver a retomar ese latín que se había degenerado a través del tiempo, y así volver a la elegancia propia de los autores clásicos como Cicerón y Platón. El humanismo no sólo fue el estudio de las letras clásicas, sino también del mundo antiguo en todos sus valores, y en especial el culto de la belleza en sus diversas manifestaciones. El movimiento humanista comenzó en Italia, donde los escritores de finales de la edad media Dante, Giovanni Boccaccio y Francesco de Petrarca contribuyeron en gran medida al descubrimiento y a la conservación de las obras clásicas. Los ideales humanistas fueron expresados con fuerza por otro estudioso italiano, Giovanni Pico della Mirandola, en su Oración, obra que trata sobre la dignidad del ser humano. El movimiento avanzó aún más por la influencia de los estudiosos bizantinos llegados a Roma después de la caída de Constantinopla a manos de los turcos en 1453, y por la creación de la Academia platónica en Florencia.
Con las nuevas propuestas literarias, La recopilación y traducción de manuscritos clásicos se generalizó, de modo muy significativo entre el alto clero y la nobleza, aunado a ello, la invención de la imprenta de tipos móviles, a mediados del siglo XV, que le otorgaría un nuevo impulso al humanismo mediante la difusión de ediciones de los clásicos. Aunque en Italia el humanismo se desarrolló sobre todo en campos como la literatura y el arte, en Europa central, donde fue introducido por los estudiosos alemanes Johannes Reuchlin y Philip Melanchthon, el movimiento penetró en ámbitos como la teología y la educación, con lo que se convirtió en una de las principales causas subyacentes de la Reforma.
Las Ciencias Puras y el Análisis del Mundo: Con el advenimiento de la grandeza del hombre, éste descubre también la grandeza del universo que le rodea, ahora su interés investigativo se dirige hacia las estrellas y hacia la inmensidad del universo. Se somete a duda las tradicionales teorías sobre el universo, se refuta la teoría toloméica al igual que la teoría Aristotélica escrita en el texto: Del Cielo acerca del geocentrísmo; la tierra ya no es el centro de un universo finito en el cual había una diferencia cualitativa entre el mundo supralunar y el mundo sublunar y a partir de la cual se establecía la categoría inferior de la tierra en comparación con la región celeste.
A partir de los escritos de Nicolás Copérnico, con su tan conocida revolución copernicana (El sol es el centro del universo) y, los descubrimientos hechos por Galileo Galilei (El telescopio utilizado para observar las estrellas), el hombre renacentista, apoyado en los cálculos matemáticos termina expresando la exaltación cósmica del infinito, así fuera como una tímida sugerencia. Los primeros aportes e investigaciones hechos al respecto traen como consecuencia inmediata la censura por parte de la iglesia y por ende la persecución y ejecución de los primeros hombres de ciencia de ésta época; muchos de los cuales temerosos de una ejecución por parte de la santa inquisición, prefirieron ocultar sus observaciones, y que más tarde fueron redescubiertas.
La aplicación de las matemáticas a las investigaciones del cosmos va a dar como origen la implantación de una nueva ciencia como es La Astronomía. Durante éste período el hombre toma como herramienta fundamental las Matemáticas, para demostrar y explicar sus descubrimientos de tipo astronómico, basándose en la exactitud del cálculo matemático se explican las leyes fundamentales de la Física astronómica. La idea consistía en sustentar la armonía del universo sometida a leyes matemáticas.
A la par con las Matemáticas, el hombre renacentista toma como modelo la música para explicar de forma alegórica el orden del universo: “La sinfonía del cosmos”, consideraban que el universo gobernado por una serie de principios o leyes físicas, se asemejaba a una partitura musical en la cual se expresa de forma melódica la belleza del universo. Uno de los precursores de la explicación matemática de la armonía del universo, en el renacimiento, es el filósofo alemán Johanes Kepler, quien retomando las ideas copernicanas, formuló las tres leyes de las órbitas planetarias, en su tratado Physica Caelestis, en las que establecía que las órbitas son elípticas, más no circulares. (Véase documental “Una voz en la fuga cósmica. Serie Cosmos de Carl Sagan).
LEONARDO DA VINCI: (1452-1519), artista florentino y uno de los grandes maestros del renacimiento, famoso como pintor, escultor, arquitecto, ingeniero y científico. Su profundo amor por el conocimiento y la investigación fue la clave tanto de su comportamiento artístico como científico. Sus innovaciones en el campo de la pintura determinaron la evolución del arte italiano durante más de un siglo después de su muerte; sus investigaciones científicas, sobre todo en las áreas de anatomía, óptica e hidráulica, anticiparon muchos de los avances de la ciencia moderna. Nació el 15 de abril de 1452 en el pueblo toscano de Vinci, próximo a Florencia. Hijo de un rico notario florentino y de una campesina, a mediados de la década de 1460 la familia se instaló en Florencia, donde Leonardo recibió la más exquisita educación que esta ciudad, centro artístico e intelectual de Italia, podía ofrecer. Leonardo era elegante, persuasivo en la conversación y un extraordinario músico e improvisador. Hacia 1466 acude a formarse al taller de Andrea del Verrocchio, figura principal de su época en el campo de la pintura y escultura. Junto a éste, Leonardo se inicia en diversas actividades, desde la pintura de retablos y tablas hasta la elaboración de grandes proyectos escultóricos en mármol y bronce.
GIOVANNI PICO DELLA MIRANDOLA: (1463-1494), filósofo y humanista italiano que nació cerca de Ferrara y estudió en la Universidad de Bolonia. En lugar de concluir sus estudios en Bolonia, acudió a famosas universidades de Italia y Francia, asombrando a los eruditos con su precoz conocimiento. A los 23 años se estableció en Roma, donde envió una lista de 900 tesis o proposiciones sobre toda clase de materias, ofreciéndose a defenderlas en público. El Papa juzgó que algunas de sus tesis, que tenían relación con la magia cabalística, podían considerarse heréticas y le prohibió continuar con sus proyectadas discusiones. En 1489 Pico terminó el Heptaplus, un relato místico de la creación del universo. La biblioteca de Pico fue una de las más importantes y globales de su época. Hombre acaudalado, decidió con el tiempo deshacerse de todas sus posesiones y convertirse en un predicador errante, pero murió antes de poder llevar a cabo su proyecto.
GIORDANO BRUNO: (1548-1600), filósofo y poeta renacentista de origen italiano, cuya dramática muerte dio un especial significado a su obra. Su nombre de pila era Filippo, pero adoptó el de Giordano al ingresar en la orden de predicadores; con quienes estudió la filosofía aristotélica y la teología tomista. Pensador independiente de espíritu atormentado. En 1576 abandonó la orden para evitar un juicio en el que se le acusaba de desviaciones doctrinales e inició una vida errante que le caracterizaría hasta el final de sus días.
Entre sus escritos podemos destacar: La cena de las cenizas (1584); Del Universo infinito y los mundos (1584); el diálogo Sobre la causa, el principio y el uno (1584); el poético diálogo, Gli eroici furori (Los furores heroicos, (1585), en donde ensalza una especie de amor platónico que lleva al alma hacia Dios a través de la sabiduría. Las teorías filosóficas de Bruno combinan y mezclan un místico neoplatonismo y el panteísmo. Creía que el universo es infinito, que Dios es el alma del universo y que las cosas materiales no son más que manifestaciones de un único principio

DECADENCIA DE LA ESCOLÁSTICA

Después de la muerte de Santo Tomás en el año de 1274, sobreviene la rápida decadencia del pensamiento medieval, dominada por la complicación creciente de sus distinciones y la dispersión en cuestiones accesorias, ya que los filósofos posteriores a Santo Tomás carecen de originalidad filosófica y sus reflexiones no son más que repeticiones y cuestionamientos ambiguos de los planteamientos hechos por antecesores (Santo Tomás, San Agustín, Aristóteles, Platón...). La misma falta de originalidad conlleva a una exagerada sutileza, consistente en dejar de lado las reflexiones metafísicas a cambio de someterlas a las leyes de la lógica, lo que trae como consecuencia el desprecio por la metafísica que desemboca en un exagerado sensualismo y lógicamente en el escepticismo. Los filósofos de ésta época, seguidores del nominalismo implantado por Guillermo de Occam en el siglo XIV, centran sus reflexiones filosóficas en las distinciones de los conceptos.
A lo anterior, se le suma el caos político y estatal que vive toda Europa hacia el siglo XIV, que es un siglo eminentemente trágico debido a las guerras que se desencadenan contra el emperador romano, se rompe la hegemonía imperial, y Europa se divide en naciones que luchan contra el papa, se produce el cisma de occidente, el cristianismo se divide, aparecen por primera vez en la Historia dos papas, los teólogos se dedican a la política y aparecen los legistas.
Todo este desencanto llevo al hombre europeo a la angustia y la ansiedad que se manifiesta en el rechazo y apatía hacia el pensamiento escolástico y un querer retornar a los antiguos clásicos, impulsados por un profundo sentido humanístico, surgiendo de esta forma RENACIMIENTO.
Los filósofos más destacados de la decadencia del Medioevo son: Rogerio Bacón, Duns Escoto y Eckehart entre otros.
TRABAJO
Con tus compañeros organiza un videoforo, tomando como tema las películas “En Nombre de la Rosa” y “Pasión Bajo el Cielo.
Mediante un cuadro sinóptico presenta un resumen comparativo de los postulados filosóficos de San Agustín y Santo Tomás de Aquino.
Elabora un ensayo sobre la evolución de la Iglesia católica, desde sus orígenes hasta nuestros días.

viernes, 23 de abril de 2010

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS PARTE 1-2-3

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS (PRIMERA PARTE)

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS (SEGUNDA PARTE)

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS (TERCERA PARTE)

sábado, 13 de febrero de 2010

EL ESPINAZO DE LA NOCHE

Partiendo de una pregunta tan simple: ¿Qué son las estrellas?, Carl Sagan nos lleva por un recorrido histórico de la evolución del pensamiento humano en la búsqueda de la comprensión del mundo que nos rodea. El nombre de Espinazo de la noche esta dado por una metáfora mítica del pueblo Kung de la república Botswana, los cuales consideraban que el firmamento era un gran espinazo que sostenía los planetas y las estrellas para que estos no se estrellaran contra nosotros. De igual modo el concepto de Vía Láctea esta dado por el mito de que el cosmos era amamantado con la leche de la diosa Era.
A partir de las explicaciones míticas, el hombre ha ido elaborando su pensamiento el cual comenzó su evolución en la isla de Samos, la cuna de la civilización y de la ciencia. Allí se revolucionó el pensamiento, surge el concepto de COSMOS opuesto al de KAOS, ya que ellos veían en la naturaleza un orden. ¿Pero por qué en la región de Jonia se da el progreso del conocimiento?, Simplemente por su ubicación geográfica y su interacción comercial. Con el desarrollo de las ciencias encontramos hombres tan eruditos como: TALES, precursor de las ciencias y quien afirmaba que el principio de las cosas se encontraba en el agua; ANAXÍMANDRO, experimentador por excelencia, el primero en usar la vara no para golpear sino para medir el tiempo, determinó la duración de un año, consideraba que el principio de la vida era el barro; THEODORO, ingeniero maestro de la época, a quién se le atribuye la invención de: la llave, la regla, la escuadra, el nivel, la fundición del bronce, el torno y la calefacción central; HIPÓCRATES, creador de la medicina; EMPÉDOCLES, consideró el aire como el principio vital, diseñador del primer experimento documentado, el ladrón de agua; DEMÓCRITO, creador de la teoría atomística, nada existe aparte de átomos y el vacío; ANAXÁGORAS, gran experimentalista, primero en afirmar que el sol y la luna no eran dioses y por tal motivo fue condenado por impiedad y a partir de él comienza el enfrentamiento entre misticismo y ciencia; PITÁGORAS, primero en afirmar que la tierra era redonda y que las matemáticas eran la base de todo, en donde el principio de todo eran los números, además, fue el primero en sobreponer por encima del conocimiento experimental el misticismo religioso; idea que tiene su mayor exponente en un seguidor de Pitágoras, Platón, creador del idealismo. Es a partir del platonismo que la sociedad se esclaviza, se separa la razón y la materia, la ciencia se vuelve un arte exclusivista, se muestra hostilidad hacia la experimentación y el avance del conocimiento se frena.
Sin embargo tres siglos después de Pitágoras, Aristarco postula la teoría de que la tierra era redonda y giraba al rededor del sol, al igual que Eratóstenes determinaría la curvatura de la tierra. Todos estos descubrimientos se perdieron y el hombre tuvo que esperar más de 2.000 años para redescubrir los viejos conceptos. Es propiamente Aristarco quien había dado ya la respuesta que tanto inquietaba a Carl Sagan, ¿Qué son las estrellas?, planetas que están a muchos años luz de la tierra.

AMOR PLATÓNICO Y AMOR GRIEGO

Tomado del articulo de Mario Gamboa publicado el doce de marzo de 1995, en las lecturas Dominicales del Tiempo.
En la antigüedad en el período de Atenas, las relaciones sexuales entre hombres adultos y jóvenes fueron aprobadas por la sociedad dentro de ciertas reglas galantes; la relación debía ser erótica así como espiritual y educativa.
El hombre debía asistir al joven efebo en su educación y en su desarrollo hasta convertirlo en un honorable y virtuoso adulto. Platón habla en el Fedro del amor homosexual manifestando que ese amor es más noble y espiritual que el amor que pueda existir entre un hombre y una mujer, destacando que todos los personajes del diálogo coinciden en ello. Las leyes atenienses promotoras de la educación incluían penas y castigos para comportamientos homosexuales en el caso de prostitución o violencia sexual.
Con Platón resulta a veces difícil saber qué es lo que realmente pensa por el método dialogado que emplea. Cuando leí hace tiempo el Fedro me parecieron equívocos varios pasajes que podrían llevar a las conclusiones anteriormente anotadas. Sin embargo pensaba, era mi interpretación personal, que Platón al hablar de esa relación se refería a una relación puramente espiritual, como la que se establece entre maestro y discípulo, y que ha sido la columna vertebral de las espritualidades orientales.
Me parecía que las tradiciones griegas en mucho semejantes a las tradiciones de la India podían también tener en eso una similitud. Las tradiciones y costumbres de los arios que conquistaron la india y que crearon allí una nueva cultura, cuya religión se explicitó en los vedas y cuyas costumbres se reglaron en el código de Manú, presentan notables similitudes con la religión y con las costumbres de otras tribus arias que conquistaron Grecia y crearon allí esa maravillosa cultura que en mucho ha sido la maestra de Occidente.
Las tradiciones y costumbres de ambas culturas, teniendo en raíces comunes, presentan similitudes y correspondencias importantes tal como lo enseña esa obra clásica maravillosa de Foustel de Coulanges, la Ciudad Antigua. Siempre he pensado que cuando Platón señala que esa relación entre dos hombres es superior a la relación que pueda existir entre hombre y mujer, la superioridad de que habla refiere exclusivamente a la relación espiritual entre maestro y discípulo. Entre los griegos no se entablaba esa relación espiritual con mujeres porque se veían como de menor condición anímica e intelectual, limitación que comienza a superarse para la mujer con la llegada del cristianismo, el cual siguiendo la tradición Judía reconocía en ella un ser creado, como el hombre, a imagen y semejanza de Dios. De esta relación, bajo la forma de relación espiritual, son bellos ejemplos: San Francisco y Santa Clara; San Juan de la Cruz y santa Teresa de Avila.
Releyendo las obras de Platón he encontrado que en las leyes se hace explícita su condena de toda relación homosexual. Las leyes como es sabido, es la obra cumbre de la madurez de Platón, mientras que el Fedro es una obra de juventud. Sin embargo me parece que no existe ninguna contradicción entre lo que dice Platón sobre el amor homosexual en las Leyes y en el Fedro. A continuación se incluyen las citas correspondientes:
En las Leyes, el ateniense, quién lleva la voz cantante en el diálogo dice, en opinión unánime compartida por los demás participantes del diálogo; “Otro mal gravísimo han causado los gimnasios, que ha sido pervertir el uso de los placeres del amor, tal como se halla arreglado por la naturaleza, no sólo para los hombres sino también para los animales; y vuestras dos ciudades, en primer término, y los demás Estados en que se han introducido los gimnasios, son la causa de este desorden. Bajo cualquier aspecto que se examinen los placeres del amor, sea en serio sea en chanza, es indudable que la naturaleza los ha ligado a la unión de los dos sexos, que tiene por objeto la generación; y que cualquier otra unión de varones con varones y de hembras con hembras es un atentado contra la naturaleza...”
En el Fedro obra de la juventud, la condena es más fogosa. Sócrates y de acuerdo con él todos los personajes del diálogo, expresa que: “El alma que no tiene un recuerdo reciente de los misterios divinos, o que se ha abandonado a las corrupciones de la tierra, tiene dificultad de elevarse de las cosas de este mundo hasta la perfecta belleza por la contemplación de los objetos terrestres, que llevan su nombre; antes bien, en vez de sentirse movida por el respeto hacia ella, se deja dominar por el atractivo del placer, y, como una bestia salvaje, violando el orden eterno, se abandona a un deseo brutal, y en su grosero no teme, no se avergüenza de consumar un placer contra la naturaleza. Pero l hombre que ha sido perfectamente iniciado, que contemplo en otro tiempo el mayor número de esencias, cuando ve un semblante que remeda la belleza celeste o un cuerpo que le recuerda por sus formas la esencia de la belleza, siente por lo pronto como un temblor, y experimenta los temores religiosos de otro tiempo; y fijando después sus miradas en el objeto amable, lo respeta como a un dios”. Cosa distinta es que Platón en el Fedro más adelante matiza la condena. Declara en forma inequívoca que la relación amorosa entre el hombre y el joven debe excluir el placer sexual como contrario a la naturaleza. Ello no obstante admite, que si de hecho han caído en una relación homosexual no todo en ella será necesariamente negativo. Entiende que pueden existir otros valores que pueden hacer positiva, en esos otros aspectos, la relación. Esa actitud corresponde y es semejante a la tolerancia de hoy en día.
En el Fedro Platón manifiesta que la más alta relación humana que puede existir es la que proviene del recuerdo del dios de que se es devoto. Cuando el hombre halla el rostro de un joven que le recuerda al dios, queda fuera de sí. Si ambas son personas superiores se establecerá entre ellas una cabal relación espiritual; si no lo son, podrían caer en una relación que Platón califica vulgar.
Para explicar esto recurre a la alegoría del cochero, que es le alma, que conduce un carro, que es el cuerpo, el cual es tirado por dos caballos de índole distinta, de buena raza uno (que representa la razón y las virtudes), y vicioso el otro (que representa las pasiones); el carruaje resulta difícil de conducir, porque un caballo tira hacia arriba, hacia lo alto, mientras que el otro tira hacia abajo. Según que gane uno u otro corcel así será la relación. Es que el propósito de esa relación es espiritual es llegar a alcanzar en la otra vida el mundo celeste, propósito que alcanzan inmediatamente quienes hasta la muerte se aman castamente.